No hace tanto tiempo, los teléfonos servían para llamar y recibir SMS, ¿te acuerdas? Actualmente, son prácticamente ordenadores de bolsillo que cada vez utilizamos más, hasta tal punto que los propios fabricantes de teléfonos se están dando cuenta de que abusamos de ellos. El aumento de los tamaños de pantalla, autonomía y capacidades multimedia facilitan que pasemos horas y horas con los teléfonos, incluso en situaciones en las que no deberíamos, como la conducción.
El smartphone es una distracción, y son varias las propuestas sobre la mesa para reducir su uso en distintas circunstancias. Desde actualizaciones en los sistemas operativos para controlar su uso, hasta jaulas en el reposabrazos del coche con inhibidores de frecuencia para impedir que el teléfono nos distraiga. Repasamos algunas de las soluciones tecnológicas que se están proponiendo para evitar la adicción al móvil.
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