Yo no soy víctima de la Ley Nacional de Educación. Tengo 69 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política.
En jardín (así se llamaba entonces lo que hoy es “educación infantil”, mire usted) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente:
la A de “araña”, la E de “elefante”, la I de “iglesia” la O de “ojo” y la U de “uña”.
Respuestas
Que rabia me da cuando oigo a gente en las altas instituciones del estado hablando de esa forma tan burda por una moda sexista, y cuando pienso que semejantes palurdos estan cobrando un sueldo indecente entonces se me llevan todos los demonios