Todo español o española tiene derecho a realizar el solemne acto de jura de bandera o bien renovación de dicho acto como por ejemplo quienes realizamos el servicio militar. Para participar es preciso cumplir la siguiente normativa:
Está regulada por la Orden DEF/1445/2004, de 16 de mayo, por la que se establece el procedimiento para que los españoles puedan solicitar y realizar el juramento o promesa ante la Bandera de España, modificada por Orden DEF/8/2017, de 16 de mayo.
En estas dos Órdenes Ministeriales, se establecen los requisitos que deben cumplir los ciudadanos que deseen prestar su juramento:
· Tener la nacionalidad española.
· Tener cumplidos los dieciocho años de edad en el momento de la jura o promesa ante la Bandera de España.
· No haber sido declarado incapaz por sentencia judicial firme.
· Mediar un lapso de tiempo de 25 años entre la promesa o juramento inicial y la renovación.
Fórmula del Juramento
El Coronel jefe del Regimiento organizador del acto o autoridad militar presente a la derecha de la bandera y cruzando su sable sobre ella toma el juramento o promesa con la fórmula establecida en la disposición final décima de la Ley 39/2007:
¡Españoles! ¿Juráis o prometéis por vuestra conciencia y honor guardar la Constitución como norma fundamental del Estado, con lealtad al Rey, y si preciso fuera, entregar vuestra vida en defensa de España?
A lo que los jurandos contestarán:
¡Sí, lo hacemos!
Los jurandos sellarán su compromiso sobre la Bandera de la Unidad militar organizadora del evento, finalizando el acto normalmente con un homenaje a los caidos por la patria y la entrega a los jurandos de una bandera de mochila como recuerdo.
La «bandera de mochila»
La “bandera de mochila”, también conocida como “bandera de percha” o “pañuelo cubre-perchas”, fue utilizada por los soldados españoles entre 1860 y 1927. Aunque empezó como un simple pañuelo de bolsillo, con el tiempo adquirió otros usos y se convirtió en uno de los símbolos de todas las armas y cuerpos del Ejército. El diseño inicial fue de color rojo, generalizándose posteriormente con los colores nacionales, el escudo de España en el centro, una leyenda, el sobrenombre de la Unidad o, lo más generalizado, el escudo de armas del Regimiento.
Este elemento se empezó a distribuir en la Guerra de África (1859-60) como parte del equipo de los Soldados del Ejército Expedicionario. En los cuarteles, y especialmente en los campamentos, no existían taquillas o lugares resguardados donde proteger las pertenencias del polvo. El pañuelo solventaba este problema, colocándose sobre las perchas o repisas de los dormitorios, lo que también explica la disposición vertical de los colores.
En campaña se llevaba en la mochila, y servía para, atada por fuera, señalar la posición de avanzadilla a los que venían más a retaguardia. Sin embargo, la más sublime de sus funciones consistió en rendir un último honor a los caídos en combate, cuyos cuerpos eran sepultados envueltos en su propia bandera a modo de sudario. La estrofa de la famosa canción «Banderita»: «sólo quiero que me entierren con la bandera de España» se refiere precisamente a esta bandera de mochila.
Al terminar su período de alistamiento, el soldado regresaba a casa con la licencia absoluta enrollada dentro de un "canuto" y esta bandera como recuerdo de su unidad. En algunas localidades la familia la colgaba en una de las ventanas o balcones de la casa como señal de que su hijo o hermano había felizmente regresado, sirviendo para engalanar las casas de los pueblos y ciudades españolas los días festivos, tradición que se mantiene aún en algunos lugares.
El Ejército de Tierra ha recuperado la “bandera de mochila”, aunque de manera simbólica, en forma de una pequeña bandera española (60 x 80 cm o 75 x 90 cm) que ha acompañado a nuestras tropas en misiones internaciones como Irak, Mali o Afganistán.
La “bandera de mochila”, también conocida como “bandera de percha” o “pañuelo cubre-perchas”, fue utilizada por los soldados españoles entre 1860 y 1927. Aunque empezó como un simple pañuelo de bolsillo, con el tiempo adquirió otros usos y se convirtió en uno de los símbolos de todas las armas y cuerpos del Ejército. El diseño inicial fue de color rojo, generalizándose posteriormente con los colores nacionales, el escudo de España en el centro, una leyenda, el sobrenombre de la Unidad o, lo más generalizado, el escudo de armas del Regimiento.
Este elemento se empezó a distribuir en la Guerra de África (1859-60) como parte del equipo de los Soldados del Ejército Expedicionario. En los cuarteles, y especialmente en los campamentos, no existían taquillas o lugares resguardados donde proteger las pertenencias del polvo. El pañuelo solventaba este problema, colocándose sobre las perchas o repisas de los dormitorios, lo que también explica la disposición vertical de los colores.
En campaña se llevaba en la mochila, y servía para, atada por fuera, señalar la posición de avanzadilla a los que venían más a retaguardia. Sin embargo, la más sublime de sus funciones consistió en rendir un último honor a los caídos en combate, cuyos cuerpos eran sepultados envueltos en su propia bandera a modo de sudario. La estrofa de la famosa canción «Banderita»: «sólo quiero que me entierren con la bandera de España» se refiere precisamente a esta bandera de mochila.
Al terminar su período de alistamiento, el soldado regresaba a casa con la licencia absoluta enrollada dentro de un "canuto" y esta bandera como recuerdo de su unidad. En algunas localidades la familia la colgaba en una de las ventanas o balcones de la casa como señal de que su hijo o hermano había felizmente regresado, sirviendo para engalanar las casas de los pueblos y ciudades españolas los días festivos, tradición que se mantiene aún en algunos lugares.
El Ejército de Tierra ha recuperado la “bandera de mochila”, aunque de manera simbólica, en forma de una pequeña bandera española (60 x 80 cm o 75 x 90 cm) que ha acompañado a nuestras tropas en misiones internaciones como Irak, Mali o Afganistán.
La “bandera de mochila”, también conocida como “bandera de percha” o “pañuelo cubre-perchas”, fue utilizada por los soldados españoles entre 1860 y 1927. Aunque empezó como un simple pañuelo de bolsillo, con el tiempo adquirió otros usos y se convirtió en uno de los símbolos de todas las armas y cuerpos del Ejército. El diseño inicial fue de color rojo, generalizándose posteriormente con los colores nacionales, el escudo de España en el centro, una leyenda, el sobrenombre de la Unidad o, lo más generalizado, el escudo de armas del Regimiento.
Este elemento se empezó a distribuir en la Guerra de África (1859-60) como parte del equipo de los Soldados del Ejército Expedicionario. En los cuarteles, y especialmente en los campamentos, no existían taquillas o lugares resguardados donde proteger las pertenencias del polvo. El pañuelo solventaba este problema, colocándose sobre las perchas o repisas de los dormitorios, lo que también explica la disposición vertical de los colores.
En campaña se llevaba en la mochila, y servía para, atada por fuera, señalar la posición de avanzadilla a los que venían más a retaguardia. Sin embargo, la más sublime de sus funciones consistió en rendir un último honor a los caídos en combate, cuyos cuerpos eran sepultados envueltos en su propia bandera a modo de sudario. La estrofa de la famosa canción «Banderita»: «sólo quiero que me entierren con la bandera de España» se refiere precisamente a esta bandera de mochila.
Al terminar su período de alistamiento, el soldado regresaba a casa con la licencia absoluta enrollada dentro de un "canuto" y esta bandera como recuerdo de su unidad. En algunas localidades la familia la colgaba en una de las ventanas o balcones de la casa como señal de que su hijo o hermano había felizmente regresado, sirviendo para engalanar las casas de los pueblos y ciudades españolas los días festivos, tradición que se mantiene aún en algunos lugares.
El Ejército de Tierra ha recuperado la “bandera de mochila”, aunque de manera simbólica, en forma de una pequeña bandera española (60 x 80 cm o 75 x 90 cm) que ha acompañado a nuestras tropas en misiones internaciones como Irak, Mali o Afganistán.
Nota: La práctica totalidad de lo escrito en esta información procede de www.ejercito.mde.es
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