El General de Sangre y Agallas («nuestra sangre y sus agallas», decían algunos soldados), la historia lo ha dejado con la imagen de un brillante, pero solitario líder militar salpicado por insubordinaciones
George S. Patton: El hombre, la leyenda, el mito (con Subtítulos)
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Desde la infancia, Patton forjó su destino como soldado. Fascinado por los héroes del pasado, soñaba con la gloria y rápidamente se estableció como un líder. En West Point, destacó por su disciplina y compromiso, a pesar de una vena rebelde. Su ascenso militar lo llevó a la Primera Guerra Mundial, donde se convirtió en el primer comandante de tanque de Estados Unidos, convencido del potencial revolucionario de la guerra blindada.
Durante la Segunda Guerra Mundial, jugó un papel clave en la campaña del norte de África, donde su carisma y tácticas audaces revitalizaron la moral de las tropas estadounidenses. En Sicilia, se enfrentó a Montgomery, ansioso por demostrar que era el estratega más eficaz en el frente. Tras el desembarco del Día D en Normandía, encabezó la liberación de Francia, lanzando una ofensiva implacable. Su ejército cruzó entonces el Rin y destrozó las defensas alemanas con una determinación inquebrantable.
Sin embargo, Patton era un hombre de contradicciones. Conocido por sus discursos apasionados y sus métodos despiadados, inspiraba tanto como dividía. Su temperamento generó controversias, en particular después de abofetear a un soldado hospitalizado que sufría fatiga de combate. A pesar de las críticas, siguió siendo un activo inestimable para los aliados, en particular durante la Batalla de las Ardenas, donde orquestó un rescate rápido y decisivo de Bastogne.
Al terminar la guerra, su papel se volvió incierto. Fue un crítico abierto de la expansión soviética y tuvo dificultades para adaptarse a la diplomacia de posguerra. En diciembre de 1945 sufrió un accidente automovilístico fatal. Fue enterrado entre sus soldados caídos y dejó un legado que fue a la vez glorioso y polémico.
Desde sus días como cadete hasta sus últimas horas, el nombre de Patton sigue siendo sinónimo del poder militar estadounidense y de las brutales realidades de la guerra.