La alcaldesa de Barcelona sigue obsesionada en colapsar la ciudad obligando a los conductores a padecer atascos en las calles centrales de la ciudad debido a la eliminación de carriles, creación de "islas" de conjunto de calles sin acceso a vehículos, la eliminación de plazas de aparcamiento de todo tipo (zonas para furgonetas y para vecinos), la convesión de zonas de aparcamiento en terrazas para los bares y el aumento constante de carriles para bicicletas y patinetes muchos de ellos a toda velocidad que les impide frenar arroyando a peatones como se puede ver en el video.
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Respuestas
Pues la preferencia es del peatón...no?
Yo prohibía los patinetes, como en Inglaterra.
Con las motos de agua pasó lo mismo, todo el mundo esparramando por las playas, hasta que la Guardia Civil exigió carnet y seguro, ahora los ves contados y manejados por gente normal, no por cuatro menas con el pelo como brócolis...
Dada la imposibilidad de encontrar aparcamiento utilizo los 365 días del año el aparcamiento municipal. Para salir he de mirar a derecha e izquierda que no pase un peatón. Una vez ya estoy en la acera he de mirar a derecha e izquierda que no venga una bicicleta o un patinete. Una vez superado he de mirar a la derecha que no venga otro vehículo o una moto. Superadas las tres fases consigo llegar a la calzada quedando en diagonal y ocupando dos carriles hasta que el semáforo se pone verde y los coches que estan parados adelantan y puedo ocupar un carril. Toda una odisea!
Zona robada a peatones
En Barcelona bicicletas y patinetes circulan a 30 0 40 hm/h por carriles que la alcaldesa les ha habilitado donde antes eran zonas peatonales, aparcamientos para vecinos o carriles para vehículos muchos de ellos con doble sentido que han convertido andar por el centro de la ciudad en todo un peligro para la integridad física de los peatones. No se les exige casco para su seguidad a diferencia de las motos ni seguro como a cualquier vehículo a motor y para nada han de superar un exámen de conocimientos de las normas de tráfico. Si a esto le añadimos los diferentes embudos creados para que en algunos puntos se colapse el tráfico para generar polución, las vueltas que han de dar los vecinos para intentar encontrar alguno de las últimas plazas de aparcamiento en su barrio, he llegado a la conclusión que esta señora y su equipo de gobierno odian Barcelona. Y con lo de las "Illas" que agrupan diferenes calles para impedir el tráfico ha acabado con toda posibilidad de comercios en esa zona que crean vida, actividad y claridad a sus calles.
El Kaos!