Poner una oferta de empleo y acabar con una multa de 7.501 euros es la realidad que le ha tocado vivir a Gerard. En abril, este panadero puso en la puerta de su establecimiento, «Pa Artesà del Vallés» (Barcelona), un anuncio para buscar un «maestro pastelero» en el que se indicaba el número de teléfono al que debían llamar los «interesados». Sobre este, había otro anuncio en catalán: «Busquem personal per dependentes per a les nostres botigues», (Buscamos personal para dependientas para nuestras tiendas) para las «interesadas». Los anuncios, en apariencia inofensivos, le han costado sin embargo un disgusto a Gerard. La Inspección de Trabajo de Cataluña ha considerado que la oferta de «maestro pastelero» excluía a las mujeres, lo que, a su juicio, constituye una discriminación para el acceso al empleo por motivos de sexo.
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Respuestas
Un sin sentido.
Vamos a tener que poner siempre para referirnos al género humano, en lugar de la O o la A, el símbolo de @, porque cuando no hay razón, e imponen normas que discriminan al hombre, el mundo funciona de put@ pena.
¿Si el anuncio pone "maestro pastelero o maestra pastelera" no estaría mal también porque falta "maestre pastelere"? ¿Los miles de anuncios buscando peluqueras o teleoperadoras no los sancionan? ¿Las licitaciones públicas en las que dan más puntos a las empresas que se comprometan a gestionar y/o prestar el servicio con mujeres en vez de con hombres son legales? ¿Cómo pueden llamar igualdad a la discriminación de los hombres?