La supuesta representación de la Última Cena de la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de París ha sido uno de los momentos más controvertidos que se han sucedido en los primeros días de la competición. La interpretación del cantante francés Philippe Katerine, pintado de azul y acompañado por 'drag queens' provocó la consternación de algunos grupos católicos y obispos franceses, quienes condenaron lo que consideraban «escenas de escarnio y burla del cristianismo». Sin embargo, no han sido los únicos representantes religiosos que han alzado su voz en contra del espectáculo ocurrido el pasado viernes. En ese sentido, el arzobispo húngaro Balázs Bábel, en una misa realizada el pasado domingo, confesó su opinión sobre la recreación.
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Foto de internet
Respuestas
Hay dos temas que si queremos llevarnos bien no podemos tocar y son la política y la religión. La organización francesa optó por insultar directamente a la religión católica mofandose de la "última cena" un acto fundamental para el catolicismo y también enfrentarse a la religión islámica enarcervando la homosexualidad donde hay países que por este motivo los condenan a muerte. Todo gratuito y además aburrido, sin sentido y vergonzoso para Francia y para el Comité Olimpico.
Luego se preguntan porque la iglesia apoya a Rusia
Quizás haya llegado el momento de hacer las competiciones además de para hombres y mujeres para dragqueens. Ese tercer sexo que nos estubo machacando la ministra de Igualdad Irene Montero con aquello de niños, niñas y niñes.
Me resultó indignante,aburrido e innecesario insultar a la religión católica y enaltecer la homosexualidad. De acuerdo con la opinión del arzobispo que con los musulmanes no se hubieran atrevido además de que no se que tiene que ver eso con unos juegos olimpicos. Insoportable este humor francés cambié de canal.