Cuando el gobierno de España pedía al congreso prórrogas al estado de alarma a nivel nacional siempre contó con la negativa del PP y con las presiones para que fueran las propias comunidades autónomas quienes debían dirigir las medidas contra la pandemia y finalmente así se ha venido haciendo con más o menos éxito destacandose algunas medidas muy restringidas como las que el gobierno catalán aplicó sobre la localidad de Igualada aplicando un confinamiento local durante dos semanas; después otras Comunidades también hicieron lo mismo en localidades donde la pandemia se estaba descontrolando. Mientras tanto Madrid veía como algunos de sus barrios obreros o poblaciones limítrofes, el incremento del COVID-19 aumentaba de forma escandalosa y a lo máximo que estaba dispuesto era a decretar tímidos confinamientos por barrios permitiendo que esos obreros pudieran seguir utilizando los transportes públicos abarrotados para desplazarse al resto de la ciudad. Por presiones del gobierno central aceptaron unas medidas más restríctivas que a su vez denunciaron y ganaron ante la Justicia lo que consideraron una víctoria.
Diaz Ayuso presidenta de la Comunidad, Martinez Almeida alcalde de Madrid continúan enfrentandose al gobierno contra el estado de alarma que les ha sido aplicado como si la salud de los madrileños poco les importara. Todo hace pensar que se han convertido en las moscas cojoneras para el presidente de su partido Pablo Casado que ya sólo los defiende tímidamente mientras otros presidentes autonómicos del PP como su vecino Alfonso Fernández Mañueco presidente de Castilla y León prefiere callar.
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