Los plásticos de un solo uso están cada vez peor vistos, especialmente desde el punto de vista medioambiental. En el mundo, se venden cada minuto un millón de botellas de plástico, la mayoría de las cuales acaban en vertederos o en los propios océanos. Para acabar con esta problemática, organizaciones de todo el mundo están empezando a hacer gestos muy importantes para crear conciencia y cambio.
En el Reino Unido, por ejemplo, prohibieron recientemente el uso de botellas de plástico de un solo uso en varias maratones. Por lo que a España respecta, la Comisión de Medio Ambiente del Congreso de los Diputados aprobó una proposición en la que se pedían medidas para la retirada progresiva de los platos, las pajitas y los vasos de plástico, con el objetivo de que, a partir del 1 de enero de 2020, estos productos sean fabricados al menos en un 50% con sustancias biodegradables procedentes de materias orgánicas.
Respuestas
Cuando yo era niño y entonces mandaba Franco por cierto, cuando compraba la leche en la lechería utilizaba una lechera de aluminio, cuando compraba refrescos en la bodega llevaba las botellas de vidrio porque sinó me las cobraban, cuando teníamos unas cuantas botellas de cava se las llevaba al chatarrero porque me las pagaba y lo mismo ocurría con el cartón o el papel aunque esto no me interesaba almacenar porque ocupa mucho y lo pagaban poco pero sí mucha gente le vendía cosas al chatarrero del barrio. La palabra reciclar no existía pero se hacía.
Toda iniciativa en Europa para ir erradicando el uso de los plásticos está muy bien y lo mismo con la sanidad de los rios que eso sí se ha conseguido mucho y se puede decir que los rios españoles ya no desembocan basura y contaminación al mar pero de poco vale a nivel mundial si los países de Asia y Africa llenan los océanos de pásticos y basura.
Me acuerdo de todo esto. También me acuerdo cuándo ibas al colegio te daba tú madre un bote y té le llenaban de leche en polvo, cuándo llegaba a casa té habías comido la mitad....
Buena idea pero...no hay que ir a Brasil, en Montornés del Vallés, ya las hacen comestibles con sabores.