El suceso que os voy a relatar aconteció el 31 de octubre de 1971 en Archidona, provincia de Málaga. Camilo José Cela y Alfonso Canales lo calificaron como La insólita y gloriosa hazaña del cipote de Archidona. Si estuvieron o no acertados enalteciéndolo de esta manera, lo estudiaremos a continuación.
Era de noche y una pareja de novios disfrutaba viendo en el cine del pueblo una película musical de la época. De pronto, la muchacha, puede que exaltada por la emoción del musical (lo dudo) o por que se aburría como una ostra (más probable) o porque ya era una costumbre en la pareja (mucho más probable), inició una maniobra de aproximación a la bragueta de su acompañante. Este, jubiloso, facilitó la laboriosa tarea mientras se espachurraba complacido en el asiento. En la parte del novio destinataria de los tocamientos, el cipote, el cuerpo esponjoso que rodea la uretra se llenó de sangre, proveniente de una red de pequeñas arterias y tal aumento hizo que, por la presión hidrostática del fluido se produjese y mantuviese la erección. Ambos se entregaron en cuerpo y alma a la causa y el desenlace de los hechos da buena cuenta de ello. La ejecución magistral de ella, hizo que los espasmos musculares de la base del cipote, debidos a la fuerza del músculo pubococcígeo, produjesen la eyaculación y el semen se proyectase, con una potencia inusual, por encima de varios espectadores. Alfonso Canales, en la carta que dirigió a Don Camilo José Cela el 3 de febrero de 1972, se refirió a este momento de la siguiente manera: “El caso es que, en arribando al trance de la meneanza, vomitó por aquel caño tal cantidad de su hombría, y con tanta fuerza, que más parecía botella de champán, si no géiser de Islandia”. La cuestión es que, como el asunto fue llevado a judicatura la misma noche, quedó por escrito que la ducha seminal salpicó a los espectadores de la fila trasera e incluso a los de la posterior.
A partir de los testimonios, y sin hacer ningún cálculo, la faena parece realmente notable. Pero ahora dejaremos que la física nos confirme que tanto la altura como la velocidad inicial del “proyectil”, resultaron un record digno de ser calificado como gloriosa hazaña.
Los doctores Ann McPherson y Aidan McFarlaine, experimentando (desconozco de qué manera) con más de mil varones durante un año comprobaron que la altura media del semen eyaculado era de 30 cm, con una velocidad inicial de 7 km/h. Estudiemos cuales fueron ambos valores en el caso del caso del cipote de Archidona...
SONETO
Bendita polla, mil veces
seas, hispana regona,
digna de salmos y corona,
que, manejada con maña,
fuiste el orgullo de España
y el deleite de Archidona.
Camilo José Cela
Poema muy gracioso del gran escritor Cela que seguro os gustará.
Es un hecho veridico que ocurrió en la población de Archidona y a cuyo badajo se hizo después una fuente en la plaza del pueblo donde beber es un doble placer.
"Dicen que hubo un carajo en Archidona que,
con nocturnidad y alevosía,
en la sombra de un cine se erigía,
poniendo a gran altura su corona.
Una mano traviesa de madona,
furiosa lo inquietaba y lo ascendía,
aquello era ya el sol al mediodía,
era ya el Tibidabo en Barcelona.
Como jugar con fuego tiene engaño,
la miel y nieve que guarda el caño,
hizo saltar su incontenible fuente.
Y en la fila de atrás a una señora,
jodida por defuera y a deshora,
blanca se le quedó la permanente."
Respuestas
jajajaja. Recuerdo algo de esto la qué sé lío entonces, éste Cela era único y auténtico.....jajajaja
Yo era joven en aquellos tiempos, cantidad de comentarios tubo en su tiempo.
arroz para un pollo, 30 cm, eso si, pero 7 km/por hora y que pasara por encima de los asientos de delante, manda huevos, jajajaja
https://www.youtube.com/watch?v=swtj7kq_4QY
“¡Viva España! ¡Cuán grandes son los países en los que los carajos son procesados por causa de siniestro!”