Los hechos de 1898, que confirmaron la decadencia española y la pérdida de sus colonias de ultramar, alentaron la generación literaria del 98, con autores como Antonio Machado, a quienes les dolía España. Pascual Cervera y Topete, que como ellos también vio venir el declive, fue nombrado ministro de la Marina en 1892 y se fue por la falta de recursos en 1893. Cinco años después lo enviaron a defender Cuba y enfrentarse a EE.UU. (que ya había destrozado una escuadra española en Filipinas) con los mismos barcos mal equipados que forzaron su dimisión como ministro.
Sin carbón suficiente, e incluso sin cañones (el crucero Cristóbal Colón estaba parcialmente desguarnecido), seis barcos –un pálido reflejo del antiguo poderío naval español– se enfrentaron en la bahía de Santiago de Cuba a una armada más numerosa y moderna. Las cifras son elocuentes. Los seis barcos naufragaron o embarrancaron, hubo 151 heridos, 343 muertos y 1.889 prisioneros (entre ellos, Cervera y Topete). La flota estadounidense sólo lamentó un muerto y dos heridos.
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Respuestas
Pepe rubianes?... Cataluña es cada dia más ridicula
Fue el último almirante del imperio español y tuvo el coraje de enfrentarse a la armada de EE.UU. cuando sabía que nada tenia que ganar salvo el honor de España. El y sus subordinados que cumplieron fielmente y lucharon con honor por la dignidad de su patria merecen ser recordados todos los días.