A las dificultades personales y laborales se unieron diferentes problemas de salud de los que durante un tiempo no supo la causa. Incluso el diagnóstico de Parkinson, en 2014, pudo haber estado equivocado, según se recoge en el libro de Itzkoff. La autopsia indicó que Williams padecía una forma de demencia incurable que tiende a manifestarse de forma agresiva en el cerebro y suele aumentar el riesgo de suicidio.
En medio de estas crisis estaba un hombre como Robin Williams, que vivía para su arte, que había dedicado 35 años a su carrera y, superados los 60, no sabía hacer otra cosa. Sin embargo, como declaró a muchos de sus allegados, Williams pensaba que era incapaz de volver a hacer reír a su público. “No puedo. No sé cómo ser gracioso”, le dijo llorando por aquel entonces a Cheri Minns, durante años su amiga y encargada de su maquillaje.
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Respuestas
la vejez es así en ese entorno, muchos llegan a ella y les asusta asumir que perdieron ya muchas de sus anteriores gracias y talentos, en lugar de resignarse y tratar de sacar algo de lo que todavía tienen
alcohol drogas frustración impotencia sexual... un mierda ricachon y famoso que no soportaba vivir más por sie untriste de cojones.
Leido el texto, Robin te comprendo.
comprendes a un famoso trastornado que se suicida? jajajajajajajaja