Foto realizada por mí en mayo de 2016 podemos ver como aún se mantienen los dos puntos de reunión más habituales fuera del cuartel. Los dos locales están pendientes de que la especulación del suelo los derribe para construir viviendas.
El estanco donde además de tabaco y sellos vendían de todo, galones, insigneas, hilo de coser...ahora parece un bunker de cristal como protección antivandálica. Me atendió una joven que dijo ser la nieta del propietário y que sabe por su abuelo aún vivo de la gran actividad de este estanco.
El bar de Pepe sigue igual que en los 80 y pude hablar con él un buen rato aunque no quiso salir en la foto. Estuvo hace unos pocos años muy delicado de salud por lo que cerró el bar un año. Apenas tiene actividad ya que ambos negocios han quedado aislados y su población más cerca está al otro lado de la autovía