Su origen parte de las primeras compañías de telégrafos del ejército del siglo XIX siendo el 3 de octubre de 1872 cuando se aprueba el Proyecto de creación de la Brigada Telegráfica y en diciembre de 1884 al reorganizarse el Arma de Ingenieros se crea el Batallón de Telégrafos y el 21 de agosto de 1902 se constituye como Regimiento de Telégrafos siendo por tanto la más antigua de todas las Unidades de Transmisiones del Ejército de Tierra.
Su primer cuartel fué el de "Retamar" y en 1919 pasó al de "Zarco del Valle" ambos en El Pardo (Madrid).
El Regimiento ha tenido las siguientes denominaciones:
-Primer Rgto. de Telégrafos (1920)
-Rgto.de Telégrafos (1927)
-Rgto. de Transmisiones (1931)
-Rgto. de Transmisiones del Ejército (1940)
-Rgto. de Transmisiones (1965)
-Rgto. de Transmisiones Tácticas nº21 (1988)
-Rgto. de Transmisiones nº21 (2005)
En 1996 el Rgto. de Transmisones Tácticas se trasladó a la Base General Almirante de Marines (Valencia) ocupando las instalaciones que en su día fueron del Rgto. de Ingenieros nº3. En 2002 la organización es la siguiente:
Plana Mayor.
Batallón I/21 de Centros de Transmisiones de Puestos de Mando de Cuerpo de Ejército.
Batallón II/21 de Centros de Transmisiones nodales.
Batallón III/21 de Transmisiones de Apoyo.
Nota: En 1982 se creó el Batallón de Guerra Electrónica Táctica integrado en el RT 21 trasladándose junto a su Regimiento a Valencia en 1996. En 1994 se inicia un proceso de transición que se última en 1996 con la creación del Regimiento de Guerra Electrónica Táctica nº 31 y acuartelamiento Zarco del Valle, Madrid recibiendo en 1999 su Enseña nacional en la modalidad de Estandarte por parte del Senado. En 2004 pasa a denominarse Regimiento de Guerra Electrónica 31 (REW 31) en dependencia de la BRITANS (Brigada de Transmisiones)
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1872-2022 Regimiento de Transmisiones nº21. «El alma del 21» y su historia
El pasado 3 de octubre se cumplieron 150 años de la creación del Regimiento de Transmisiones del que hemos hablado en otras ocasiones (HISTICDEF 2016, Visita a su Museo en el Pardo, etc..). Con motivo de la celebración de dicha efemérides y entre otros actos, se han presentado un par de libros conmemorativos de los que nos hacemos eco aquí uniéndonos a la celebración.
Logo y Lema del 150 aniversario
Este siglo y medio transcurrido, hace de esta unidad especializada del Ejército la unidad de transmisiones más antigua de España y una de las más antiguas del mundo. El Regimiento hasta 1996 estuvo localizado en El Pardo (Madrid) y ahora se encuentra en Marines (Valencia). Podemos encontrar un resumen de su historia resumida en su página web, junto con la información de sus actividades y operaciones más recientes, pero si queremos conocer más en detalle su historia, podemos recurrir a este par de libros recién editados que comentamos a continuación.
Se trata de dos trabajos complementarios que nos permiten conocer las acciones y los personajes que han sido decisivos en la historia y evolución de la unidad.
«El alma del 21″. Juan José Crespo Esbert. Editorial Ygriega.
El teniente coronel de Transmisiones del Ejército de Tierra, Juan José Crespo Esbert, en la actualidad destinado en el Cuartel General de la OTAN en Bruselas, es el autor de este sentido trabajo que el pasado mes de octubre se presentó en Valencia.
El libro lleva por título «El alma del 21«, dedicado a los 150 años de del Regimiento de Transmisiones 21.
Relata, en varios de sus 33 capítulos, el Combate de Edchera (Sahara, 1958) de la mano de uno de sus protagonistas, desaparecido en aquel combate Pedro Fernández-Mayoralas, y entre ellos nos cuenta la historia de otros 24 protagonistas del regimiento, en donde nos descubre con un estilo directo y ameno otras tantas historias sorprendentes y ejemplos increíbles a través de la biografía de los personajes.
Comienza contándonos que el capitán José de la Fuente y Hernández en 1872 publicó la memoria fundacional de la Brigada Telegráfica, precursora de lo que luego fue el Regimiento de Transmisiones 21, fue el «visionario».
Y continua con toda una galería de personajes relacionados con la historia del Regimiento de una u otra forma a lo largo de estos 150 años: Ángel Murillo Figuero, Manuel Bringas y Martínez, Julio Cervera, Baviera, Lorenzo de la Tejera y Magnín, Reina María Cristina, Julio Hurdisan Diego, Julián Chacel y García, Félix Arenas Gaspar, Juan Urés Bermejo, Crescencio Ramos Pérez, Ricardo Salas Gavarret, Francisco Largo Calvo, Mercedes Barrón Velasco, Manuel Aznar Acedo, Luis Díez-Alegría y Gutierrez, Francisco Álvarez Gómez, Juan Sureda bestard, Joaquín Ruíz-Giménez Cortés, Francisco Veguillas Élices, Manuel Martín Elizo, José Gabino Nvé Hernández, Vicente Martínez Vicente, Ana Carrión Martín de Jorge…
De cada uno de ellos se nos cuentan los hechos destacados de su vida enmarcados en su momento histórico, todo ello fruto de la investigación del autor en diferentes archivos y fuentes e incluso de entrevistas con los familiares de los mismos.
El libro está a la venta en las librerías habiéndose donado los derechos de autor a Cáritas y ha tenido una buena acogida y repercusión en los medios, como se puede ver en estos enlaces: noticia publicada en la página oficial del Ejército de Tierra, reseña en la Revista Española de Defensa (página 64), y en otros medios de prensa escrita: Valencia Plaza, Las Provincias, o El Debate y en Radio: Radio5, Radio Exterior de España y de nuevo Radio5.
«Historia del Regimiento de Transmisiones número 21». Alberto Torres Santo Domingo. Ed. Publicaciones de Defensa.
Su autor fue coronel jefe del Regimiento de Transmisiones 21 en su actual acuartelamiento en Marines (Valencia). Se trata de un trabajo completo que describe los avatares y eventos de la historia del regimiento desde su fundación hasta la actualidad con gran detalle.
El libro se organiza en diez capítulos. Los dos primeros dedicados a la descripción de los antecedentes telegráficos en España en el periodo 1794 a 1844 y a las tres redes de telegrafía nacional y militar hasta 1862, describiendo brevemente la primera Red Nacional de Telegrafía óptica de Mathé.
Los siguientes, ya dedicados a la propia historia de la fundación del Regimiento su evolución y sus acciones son los siguientes: El Regimiento de Telégrafos (1902-1931), El Regimiento de Transmisiones (1931-1940) y (1940-1988), El Regimiento de Transmisiones Tácticas Número 21 (1988-2005) y (desde 2005).
Se completa la obra con un último capítulo dedicado a los Estandartes y Condecoraciones, y dos anexos con la relación nominal de los Caídos y Desaparecidos del Regimiento y otro de los jefes de Unidad desde 1874.
El libro se complementa con una buena colección de imágenes del propio autor y de las colecciones del Regimiento y del Instituto de Historia y Cultura Militar entre otros.
El índice completo de la obra podéis descargarlo en este enlace, y para haceros con un ejemplar aquí.
Una recomendable y amena lectura la de estos dos libros que, como hemos comentado, se complementan entre sí y nos dan una idea precisa de lo que ha sido, hasta el momento, la historia de esta unidad especializada del Ejército que es parte importante de la historia de las telecomunicaciones españolas.
Fuente: https://historiatelefonia.com/2022/12/16/1872-2022-regimiento-de-tr...
El Instituto de Historia y Cultura Militar de Madrid –paseo de Moret, n°3– acogerá el 27 de octubre, a las 18.30 horas, la presentación del libro “Historia del Regimiento de Transmisiones número 21”, de mano de su autor el coronel (R) Torres Santo Domingo.
Editado con motivo del CL aniversario de esta Unidad, a través de la Subdirección General de Publicaciones y Patrimonio Cultural del Ministerio de Defensa, el acto estará presidido por el director del Centro de Sistemas y Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, teniente general Millán Martínez, y a él acudirá también el director del citado Instituto, general Ruiz Benítez. Allí, el autor desgranará los aspectos más relevantes de esos 150 años de vida del Regimiento.
Fuente: https://ejercito.defensa.gob.es/agenda/2022/10/9140-presentacion-li...
viernes 2 de septiembre de 2022
Despedida del general Jefe del Mando de Transmisiones
En un emotivo acto celebrado en el Regimiento de Transmisiones Nº 21, el general Miguel Ángel Guil García se despidió del Estandarte de la Unidad, así como de los componentes del Mando de Transmisiones, con motivo de su pase a la situación de reserva, tras casi cuatro años al frente del MATRANS, desde su nombramiento en 2018.
Leer más: https://ejercito.defensa.gob.es/unidades/Valencia/matrans/Noticias/...
Hola, Soldado Sánchez, 1ºBCTPC 2/88
Un saludo a todos.
Hola soy del Cabo 4/78 Cia Plana Mayor con el Teniente Palomino .
Entrevista a Doña Vicenta
Aunque el texto de esta entrevista ya está publicado en nuestro Foro de Transmisiones, hoy ponemos aquí los recortes de prensa correspondientes al diario “Ya” de Madrid del día 10 de mayo de 1.984. Se pueden leer pinchando en cada una de las imágenes. Doña Vicenta, cuyo nombre completo era Dña. Vicenta Colina Adradas, falleció a finales de los años 90. Sirva esta entrada de hoy como otro homenaje a la señora que tan querida fue por todos los que servimos en el Regimiento de Transmisiones.
Texto de la entrevista:
*SETENTA Y UN AÑOS ENTRE SOLDADOS*
*LA “PIPERA” QUE DA TODO SU DINERO PARA OBRAS BENÉFICAS*
*AYER FUE CONDECORADA POR LA DUQUESA DE CALABRIA POR SU CONSTANTE AYUDA EN LA LUCHA CONTRA EL CANCER*
Ochenta y cuatro años tiene doña Vicenta. Setenta y uno los ha pasado en el cuartel. Cuando empezó era una niña vivaracha a la que los soldados rápidamente cogieron cariño y hoy es la “reina”, la “señora” del Regimiento de Transmisiones de El Pardo, todo el mundo la conoce y todo el mundo la respeta, aunque ella, de vez en cuando, les mande “a hacer puñetas, hombre, que ya no despacho más, ¡dejadme en paz!”
Vicenta Colina Adradas no es una simple “pipera” que viva de vender tabaco, caramelos, bollos o cordones para las botas a los soldados. Es mucho más que eso. Es una institución, es, quizá, la única persona en todo el país que tiene permiso indefinido para entrar a una instalación militar; cumple un servicio y todos los Jefes, los muchos que se han sucedido en el mando del Regimiento de Transmisiones., antes de Telégrafos, le han respetado ese simpático “status” de que la mujer disfruta. Ella tiene su puestecillo allí dentro; todos son sus clientes; cada mañana les lleva bollos, pastelillos de varias clases y, por supuesto, caramelos, bombones y tabaco. A primera vista, poco o nada hay de interesante en una viejecilla como tantas otras, pero es que Doña Vicenta no es una viejecilla cualquiera.
Ayer por la tarde, en el Cuartel del Rey, la duquesa de Calabria, en nombre de la Asociación Española contra el Cáncer, le imponía la medalla que esta Asociación otorga a las personas que han prestado servicios a favor de la misma durante más de veinte años. Y los “servicios” de Vicenta vienen de entonces y tienen más mérito que los de casi nadie. Porque esta viejecilla, que sigue siendo tan vivaracha y simpática como una chavala, que “pone firmes” a los soldados de Transmisiones y que vive absolutamente sola, valiéndose por si misma, da todo el dinero que le sobra, y que es prácticamente todo el que consigue, a la Asociación Española contra el Cáncer y a otras obras benéficas. Su único interés es ayudar a los demás. Por eso, asegura, no se ha retirado todavía.
Se levanta cada día a las 7,30 de la mañana, se hace un café y lo guarda en un termo, se come un bollo y coge los bártulos camino del cuartel. Allí llega, se instala en su rincón y despliega su “pequeña industria” como ella le llama. Y ahí está al pie del cañón, hasta las tres y media de la tarde (hora en la que, como no la dejan irse, suele mandar “a hacer puñetas” a la clientela, siempre con una sonrisa en la boca, siempre en broma, por supuesto), y luego se va a casa.
--Descanso un par de horas y luego me pongo a hacer limpieza, la comida y todo eso. Vivo sola desde que mi hermano murió hace diez años. Mi madre y mi hermana murieron hace ahora veinte… pero, mira, me valgo muy bien. No tengo familia, más que unos primos a los que no veo casi nunca, y mis vecinos, Miguel y Pepita, me ayudan mucho con los papeleos esos de recibos y esas cosas y, si necesito algo o estoy enferma, ellos me echan una mano. Y mi vida es esto y nada más. No podría ya hacer otra cosa que venir todos los días al cuartel, porque además aquí me necesitan. Cuando me muera “éstos” tendrán que conformarse con la cantina, y se quedarán sin mis pastelitos y sin cordones para las botas…Mira, ya no queda casi ningún pastel, se los “ventilan” enseguida…
--Todo el dinero que le sobra, salvo el imprescindible para vivir, lo regala usted a obras benéficas ¿Por qué?
--Hombre, porque para eso está el dinero. Me gusta ayudar a los del Cáncer y también a los hermanos de San Juan de Dios. Porque ellos ayudan al prójimo.Por eso les doy todo lo que puedo. A los del Cáncer he llegado a poder darles hasta 100.000 pesetas de una sola vez…pero ahora como la gente es tan vaga y no quiere trabajar los sábados, pues no puedo ir a llevarles más, porque es el sábado el día que yo “libro”, y por eso lo doy también a los de San Juan de Dios, que lo vienen a buscar a casa…Como no tengo familia ni nadie, pues lo mejor es dar el dinero ¿verdad?
--Nunca se casó usted, doña Vicenta ¿Por qué?
--Pues porque no quise, porque por falta de material no sería: tenía todo un regimiento para elegir, una vez tuve un noviete, pero se murió el tío…Y desde entonces no volví a preocuparme de eso.
---Aunque usted está joven y dicharachera ¿No piensa retirarse nunca?
--Mira, hijo, yo me retiraría si supiera que aquí alguien iba a ocupar mi puesto, porque “éstos” me necesitan. Pero eso no va a ser así. Ya no van a dejar a nadie que venga a sustituirme, y por eso no me retiro yo. Han dicho que mi puesto no lo va a ocupar nadie nunca más, y entonces se van a quedar sin todo esto (y mira doña Vicenta, orgullosamente, el pequeño despliegue de cajitas y bolsas de plástico extendido ante ella, su “pequeña industria”) y me van a echar de menos. Así que, mientras aguante aquí seguiré, porque aquí vivo mejor que la Reina Sofía, que ella también anda metída en estos líos, pero a ella la llevan “pacá y pallá” (¿les suena?) y a mi me dejan tranquila…
--¿Nunca ha tenido miedo de que le prohibieran volver?
..¡No hijo, nunca! Siempre que ha venido un nuevo Jefe, yo he ido a verle a pedirle que me dejara quedarme, pero nunca he tenido ni que pedirlo, porque en cuanto entraba ya me decían que ya estaba todo arreglado…Aquí me quieren mucho, son más de setenta años trayéndoles las cosas a estos chicos…Y además yo no me acostumbraría ya a ir a otra parte ni a hacer otra cosa…
--Le van a poner una medalla, ¿qué le parece eso?
--Hombre, muy bien. Ya una vez vino a verme la duquesa de Calabria y creo que esta tarde vendrá también. A mi me gustaría que viniera Natalia Figueroa, que ya he dicho que la avisen, porque le tengo que contar muchas cosas. Porque ¿sabes? Yo nací al ladito de su casa, y conocía a toda su familia y también a los padres del doctor Gregorio Marañón, y recuerdo que cuando era niño venía y me decía: “Vicenta, dame un trocito de pan”,Y yo le decía:”No, que nos regaña tu madre porque no comes”. Y me pedía una miguita y yo se la daba y tan contento que se iba…y me acuerdo que…
Y doña Vicenta, que ha cogido carrerilla, hace un despliegue de memoria que envidiaría a un elefante. Su mente está completamente lúcida, no deja ver ni por asomo, un rasgo de malhumor, su vitalidad es casi “escandalosa”para esos ochenta y cuatro años que lleva a sus espaldas. Y ahí la dejamos, vendiéndole un pastelillo de chocolate a “mi clientela”.
NOTA.- Doña Vicenta falleció a finales de los años 90. Sirva la transcripción de esta entrevista como homenaje a su memoria. UN SALUDO.
Vázquez, 3 del 94 tercera cia. De guerra electrónica
estaba el teniente cea?
doña vicenta tabaco y varias cosas mas habia una maquina de cafe ,,ke malo era pero te calentaba , yo soy 5/ 80 en cia de radio