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Comentarios

  • Hola José Luis, te deseo mucha suerte en el empeño; aquellos cuarteles que se llenaron de vida y actividad se fueron abandonando al dejar de existir la mili de reemplazo. Muchos de ellos formaban parte intrínseca de la historia de su ciudad pero la falta de dinero de Defensa los vendió, en algunos casos fueron restaurados y actualmente estan al servicio de la sociedad como centros culturales, universidades, etc. pero la gran mayoría fueron a parar a la especulación del suelo, se destruyeron incluso edificios militares catalogados como algunos en Madrid y ahora son edificios de viviendas o incluso todavía descampados, olvidando para siempre lo que durante siglos dio vida a ese barrio con jóvenes que venían de toda España.
    Comentarte por último que me sorprende que vuestro empeño por salvar vuestro cuartel fue la decisión de una quedada y que tan solo dos de momento estéis dando la cara. España no dejará nunca de ser un país de quijotes, de eso tengo buena experiencia y por este motivo te animo a seguir a no desfallecer a pesar de que nadie te siga, que mires atrás y te veas solo, no importa tu meta está delante y si tu objetivo es noble, leal y sincero no te detendrás.
    Coraje, ánimo y suerte que también te hará falta. Mantennos informados de como vá todo.
    Un cordial saludo
    • Muchas gracias. Un abrazo.
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¡Buenos días, amigos!
 

Desde la administración de la plataforma de facebook Facebook.com/groups/1619692804977823 queremos pedir vuestra opinión y colaboración a este grupo.

El año pasado, durante nuestra última quedada en Medina del Campo surgió la idea de formar una asociación para continuar la lucha por la conservación de nuestro Cuartel Militar. El propio Ayuntamiento de Medina nos planteó tal posibilidad, asegurándonos que de esta manera tendríamos más fuerza de cara a futuros encuentros con personalidades militares y políticas.
A la hora de fundar una asociación, uno de los requisitos necesarios es que entre sus miembros haya un mínimo de tres personas. De momento somos Agustín Márquez y un servidor los máximos interesados, pero necesitamos a más gente para poder dar este paso tan necesario.

Como sabéis, el deseo de este grupo es conseguir que nuestro Cuartel Militar sea rescatado del olvido y vuelva a ser utilizado por el Ejército para sus actividades, o bien que el Ministerio de Defensa opte por realizar actos culturales en su interior. Por ejemplo, la apertura de un Museo de Artillería. 
Nos gustaría conocer vuestra opinión: ¿Qué os parece la idea de fundar una asociación? ¿Quiénes estarían dispuestos a apuntarse?

Muchas gracias a todos por vuestro apoyo.
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HISTORIA DE LOS EJÉRCITOS . CUARTEL DE MEDINA UNO DE LOS MÁS ANTIGUOS DE ESPAÑA César Morales González·jueves, 21 de abril de 2016

Durante el siglo XVIII se da la institucionalización del ejército en España. Ante la necesidad de crear una infraestructura al servicio de la milicia, se consideró la necesidad de establecer cuarteles para la tropa, que servirían para su control y que, además, les dotaría de vivienda. Este hecho es trascendente dado que la plantilla del ejército llega a alcanzar los cien mil hombres. La construcción y adaptación de edificios como cuarteles fue una alternativa para resolver el problema de la vivienda en las ciudades y pueblos de España del siglo XVIII.
La construcción de los cuarteles para el ejército español, particularmente a lo largo del siglo XVIII, permitió ayudar a resolver el problema que existía sobre la vivienda en la Península española y sus posesiones.
No podemos olvidar que un gran número de ciudades españolas aún estaba delimitada por las murallas y lo que se daba era un redensificación hacia el interior de la ciudad, más que una expansión, que permitiera ampliar el espacio urbano y, con ello, el número de las viviendas. Entonces, la construcción de nuevos cuarteles, o adaptación de antiguos edificios para ese fin, para dar vivienda a los miembros del ejército español, que en ese momento se institucionalizaba sirvió para evitar mayor problema a las ciudades. 
Para el siglo XVIII, los datos de que se tienen sobre la población de España son poco confiables. Pese a la realización de varios censos a lo largo del siglo, algunos especialistas consideran que la información que proporcionan es bastante dispar. Ante el hecho que el "vecindario de Campoflorido (1717), y los censos de Ensenada (1753), Aranda (1768), Floridablanca (1787) y Godoy (1797), no resuelven el problema.
Para finales del siglo XVIII, un porcentaje importante de esta población se concentraba en las grandes ciudades. Pocas capitales de provincias no superaban los 5,000 habitantes; siendo la provincia menos poblada : Lugo <5,000 , la más poblada era Madrid : 190.000 y Valladolid estaba en en el puesto nº12 en número de habitantes: 23,284 .
La distribución de la población era muy desigual, y si alguna región destacaba particularmente era Andalucía y el Levante en contra del norte del reino. La concentración de la población se había fomentado por el crecimiento de algunas de las actividades económicas impulsadas desde el mismo Estado. Tomemos el ejemplo de Cartagena. La decisión de convertirla en capital del Departamento marítimo del Mediterráneo, más la construcción del arsenal, llevó a la creación de unos 5,500 a 7,000 nuevos puestos de trabajo directo en apenas 20 años, (1730-1750) , lo que supuso la brusca introducción de 15,000 personas sobre una población de 10,000 habitantes, muchos de ellos vinculados al cuerpo de marina. No obstante, no podemos olvidar que pese a este crecimiento de población en las áreas urbanas, el 60 por ciento de la población española de dedicaba a las labores del campo. 
El Ejército
Nuestro interés es mostrar que si realmente la construcción de cuarteles se llevó a cabo como aparece en multitud de proyectos, dio vivienda a un gran número de individuos que integraban al ejército español de la época. Para tener una idea clara de lo que señalamos, solo recordaremos aquí que en dos momentos del siglo XVIII desciende el número de efectivos del ejército. Primero, poco después de terminada la guerra de sucesión, Felipe V desaparece un buen número de regimientos de infantería y caballería; pero es bajo el reinado de Fernando VI que, según Terrón, se desmantela el ejército de tierra en beneficio de la marina. La reforma llevada a cabo por el marqués de la Ensenada dio lugar a la disminución de 130.000 hombres que formaban los efectivos en tiempos de Felipe V a 60.000. Sin embargo, con Carlos III, como consecuencia de los conflictos bélicos que enfrenta, de nuevo aumenta la planta de efectivos, hasta alcanzar los 115.000 hombres, mientras que con Carlos IV alcanzara los números de principios de siglo.
Al final de la guerra de sucesión existían 87 regimientos de infantería, que se redujeron, en 1715 a 37. Cada regimiento contaba con 13 compañías, integrada por un capitán, un teniente, un subteniente, dos sargentos, tres cabos, un tambor y 36 soldados. Es decir, descendió de 56,895 a 21,695 soldados y mandos medios, sin contar a los oficiales superiores. En 1749 se redujo el número de compañías por regimiento a 10, incluida la de granaderos. También se reducía a 53 individuos la compañía de fusileros y a 43 la de granaderos. A cambio, se crearon otros cuerpos de la Infantería, como los batallones de cazadores (1754); regimientos de tropas ligeras (1762), y Cuerpos de Voluntarios.
Por su parte, en 1704 los regimientos de caballería se componían de tres escuadrones de cuatro compañías. Cada una de estas constaba de capitán, teniente, corneta portaestandarte, mariscal de logis, dos brigadieres, tres carabineros trompeta y 25 jinetes. En 1714 existían 47 regimientos de caballería, reduciéndose a 19 en 1716, fin de la guerra. Es decir, los efectivos de la caballería descendieron de 19,176 a 8.208. Al igual que en caso de la infantería, en esta arma se dan cambios a lo largo del siglo, modificando la estructura de los regimientos y el número de jinetes que los componen. Igualmente se crean nuevos regimientos, como fue, en 1762, el caso del Regimiento de Voluntarios de España, que era compañía de caballería ligera, o los Dragones o arcabuceros a caballo, que en 1719 eran 11 regimientos de tres escuadrones de cuatro compañías; en 1749, 10 regimientos, y en 1765, 8 regimientos.
A todos ellos habría que añadir las milicias provinciales (llegaron a existir hasta 48 regimientos provinciales, con un solo batallón de 8 compañías, de 64 soldados fusileros), Batallones de inválidos (cuatro batallones de seis compañías con 97 soldados); o las Tropas de la Casa Real: Real Cuerpo de Alabarderos, Reales Guardias de Corps, Brigada de Carabineros Reales, Reales Guardias de Infantería y otras más.
Finalmente, estaba el cuerpo de artillería formado por un sólo Regimiento, compuesto a su vez de tres batallones de 12 compañías: tres de artilleros, una de minadores y ocho de fusileros. Cada compañía de artilleros se componía de un capitán, dos tenientes, dos subtenientes, cuatro sargentos, cuatro primeros cabos, diez obreros, diez bombarderos, 72 artilleros y 1 tambor, para un total parcial de 106 hombres, y un total de 318. Los minadores eran un capitán, un teniente, dos sargentos, tres cabos y 37 minadores, y un tambor, para un total de 35 hombres; mientras que la compañía de fusileros eran 55 hombres: un capitán, un teniente, un subteniente, dos sargentos, dos cabos, dos carabineros 45 fusileros y un tambor, que daban un total de 440 hombres.
En 1762 se divide la península en 5 territorios. A cada uno de ellos se asigna un batallón de 7 compañías de 100 hombres, para un total de 3500 hombres.
En todo caso, para 1782, Terrón nos muestra un "Estado General del Ejército y la Marina" de 146.783 efectivos:
El Cuartel
Desde principios de siglo, se consideró la conveniencia de construir cuarteles para las armas del ejército, con el fin de no afectar ya más a los ayuntamientos. Así, por ejemplo, hacia la segunda década del siglo XVIII, el gobernador militar de Gerona, el barón D’Huart, dirigía una carta al conde de Montemar, corregidor de Barcelona, "en el que recogía el deseo del rey que se construyesen cuarteles para aligerar a la población del alojamiento de los soldados" . De hecho, en 1718 se expide un Reglamento para establecer cuarteles, elaborado por el ministro de Guerra, Miguel Fernández Durán, de aplicación en toda la Península, islas y presidios de Africa, y que consideraba tanto los cuarteles de nueva planta como la adaptación de edificios para tal fin. Y, sin embargo, pese a que se quería liberar a los pueblos y sus habitantes de los gastos que implicaba recibir a soldados, dicho reglamento hacía recaer los gastos de construcción de los cuarteles en los habitantes de los mismos pueblos y ciudades donde se construirían. En todo caso, no sería sino hasta mediados de siglo cuando se concluyeron los primeros cuarteles:
En tiempos de paz, los regimientos estaban acantonados, o en alguna ciudad con plaza fuerte o en las "casernas", una especie de cuartel situado en los pueblos, y cuyos gastos de conservación estaban a cargo de los ayuntamientos. Sin embargo, eran pocos los regimientos que tenían una residencia estable, como era el caso de los regimientos fijos, pues la mayor parte rotaban su destino regularmente. A esta fatigosa marcha se le conocía como la "muda", e implicaba un viaje para las unidades por la geografía de España. Cada regimiento tenía una ruta marcada, en donde se especificaba el número de días de marcha, las leguas entre cada pueblo, los lugares de descanso. En los pueblos que se determinaban como lugares de descanso, los vecinos debían recibir en sus casas a los soldados, llegando los oficiales con los principales, y el resto de las casas se sorteaban a la tropa, y podían recibir desde tres y hasta cinco soldados. Se les otorgaba una cama para dos soldados, una mesa, sal y vinagre (para relajar los pies de la caminata) y asiento a la lumbre. Los propietarios podían rechazar el alojamiento, en cuyo caso debían pagar 1 real y 17 maravedíes por un soldado de infantería o dos reales por uno de caballería y su montura. 
Sólo me resta señalar que, de acuerdo con Cortada, en la primera mitad del siglo XVIII, el 26.75 por ciento del total de tropas estaba acuartelada en Cataluña, seguida por Andalucía con el 5.95 por ciento y Castilla con el 3 por ciento. Por ello no es de extrañar que sea en Cataluña donde se construyó el mayor número de cuarteles de la Península durante este periodo.
Una superficial revisión de la información contenida en el libro sobre la obra de los ingenieros militares en España de H. Capel et al., nos muestra un número sorprendente de proyectos de cuarteles, muchos de los cuales se llegaron a concretar, para las diferentes armas del ejército en la Península y algunos de las posesiones de ultramar. Desgraciadamente, no siempre se señala la capacidad del mismo ni el arma al que se dedicará. 
Se crearon 26 cuarteles de infantería y 29 de caballería ( El acuartelamiento de Medina del Campo fue uno de eso cuarteles que además llevaría el nombre del Ilustrado y amante de Medina del Campo donde falleció : Marqués de Ensenada y tendría un regimiento en 1798; sólo hubo en Caballería otro cuartel que tuviera un regimiento y era el Cuartel de Heras del Campo del Toro; Sólo hubo un cuartel de caballería con 2 regimientos y éste fue el acuartelamiento de Algeciras ; el resto de cuarteles de caballería contaba sólo con un número determinado de soldados ya que eran acuartelamientos muy pequeños a excepción de los escuadrones de caballería de: Algeciras que junto a los dos regimientos contaba con 3 escuadrones, el de Atarazanas (Barcelona), el de Burgos, Córdoba, Reus, y el de Vilanova i la Geltrú . Además, se proyectaron, hacia 1740, 19 cuarteles de caballería en la frontera con Portugal, en Huelva y costa del mar del Condado de Niebla, para las 12 compañías del Regimiento de Cuantiosos. Los cuarteles se establecerían en: Ayamonte, Castillejos, Puebla de Guzmán, Cerro de Andévalo, Trigueros, Huelva, Cartaya, Redondela, Villa Blanca, San Silvestre de Guzmán, Paynogo, Santa Bárbara de Casa, Aroche, Encinasola, Almonaster la Real, Lepe, Sanlúcar de Guadiana, Cortegana y Moguer. 
La edificación y construcción de cuarteles en algunos casos no fue necesaria. Hay información que demuestra que se adaptaron edificios ya existentes para recibir a la tropa. Eran edificios dedicados a asuntos muy diversos, predominando los religiosos. Entre los edificios que fueron adaptados para cuarteles por los ingenieros militares se cuentan:
Antigua fábrica de tabacos, Sevilla 
Armería vieja, Pamplona 
Atarazanas, Barcelona 
Claustro de la catedral, Lérida 
Lonja de la Seda, Valencia 
Hospital de San Juan de Dios, Pamplona 
Universidad de Barcelona 
Lonja de Barcelona 
Convento de los Agustinos, Gerona 
Casa del canónigo de Calahorra, Pancorbo
La vida en los cuarteles, en cualquier caso, no era sencilla ni fácil. Existían claras diferencias entre las condiciones de vida de los soldados y los oficiales, y aun entre los propios soldados. Así, por ejemplo, a los cadetes o soldados distinguidos o de primera, "no se les permitía familiaridad con la tropa y solo debía tener tratos con los oficiales, aunque debía obediencia a los cabos y sargentos. Con estos últimos compartía rancho aparte... tanto unos como otros, dormían en habitación separada o pernoctaban fuera del cuartel en casa de su familia, en caso de que ésta residiera en la misma localidad.
Pero en el caso de habitar en el cuartel, las condiciones eran realmente difíciles. En el último tercio del siglo, solo existía una cama para cada dos soldados, que se turnaban para su uso; además, en el dormitorio, por cada 20 soldados, había una mesa, dos bancos, un baúl, una jofaina y una lámpara de aceite. Hasta 1766, se le daba una única comida al día la tropa; cosa que cambió más tarde y se incrementó el prest de la tropa, lo que permitió darle dos comidas diarias, aunque su alimento principal era el pan:
Minuta 1:
Tocino 60 gr 
Arroz 120 gr 
Pan 700 gr
Minuta 2:
Menestra 60 gr 
Despojos 120 gr 
Pan 700 gr
La vida al interior de los cuarteles era bastante monótona. Dado que los soldados estaban casi siempre en servicio, debido a la falta de efectivos, tenía poco momentos de ocio. Sus momentos de descanso correspondían "a las horas que mediaban entre la lista de la tarde y la retreta. Durante ellas y después del rosario, cuyo rezo era obligatorio en los cuarteles, el soldado podía pasear fuera del cuartel. Era relativamente común que los soldados ejercieran en esos momentos algún oficio artesanal, para ganarse unas monedas que complementaras sus exiguos ingresos.
A manera de conclusión
Dije al inicio de este tema en cierta manera contribuye al estudio de la vivienda en la España del siglo XVIII, al considerar el papel que desempeñaron los cuarteles para dotar de vivienda a los diferentes cuerpos del ejército español. Si tomamos como válidos los datos que aquí se presentan, y suponemos que al menos dos terceras partes de los individuos que constituían el pie del ejército vivían en los cuarteles, estamos considerando que a fines de dicho siglo, la Corona dotaba de vivienda a, por lo menos, cien mil hombres, lo que era equivalente a la población de la segunda ciudad más importante de España en ese momento y que no era otra que Valencia con 100,657 habitantes.
Muchas gracias César Morales González
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Cuartel de Medina del Campo. Su historia.
La villa de Rueda. En cierto modo en competencia con medina, había hecho llegar varías veces ante el Consejo de S. M. el proyecto de fabricar en ella a su costa un cuartel capaz de un escuadrón de Caballería, y pareciéndole al Consejo que no era lugar proporcionado y cómodo para tener en él tropa alojada permanentemente, propuso a Medina el proyecto, considerándola como pueblo más a propósito para la tropa, así por su nobleza como por las comodidades de las aguas, hortalizas, de que carece Rueda, y otros efectos necesarios a la vida humana, que abundan más en esta villa. Medina, que la sazón se hallaba con algunos caudales, abrazó el proyecto, pareciéndola que no podía darles empleo más útil y ventajoso para la restauración del pueblo, que destinándolos a esta fábrica, pues por este medio se conseguía tener tropa permanente que consumiese los fruto que produce su terreno, y como este fin no se logra con poca tropa, desde luego emprendió con verdadero afán edificar el cuartel capaz de un regimiento entero de Caballería, que en comodidad y hermosura excediese a cuantos hasta ahora se han hecho en el Reino.
Para desempeño de esta empresa se valió la villa de D. José de Villarroel, dignísimo hijo suyo, Ayudante mayor del regimiento de Farnesio, quien como muy instruido de este ramo de milicia, sabría bien lo que era menester para mirar por la conveniencia de los soldados y de los caballos y otros servicios de tropa. La elección no pudo ser más acertada, pues habiendo formado su plan, y examinándole por una Junta de oficiales mayores de Caballería que para este fin se hizo juntar en Madrid por disposición del Excmo. Sr. Marqués de la Ensenada, quien como vecino entonces de Medina, aprobó y protegió este pensamiento, no tuvieron que añadir ni quitar nada al referido plan. Asegurada la villa de su acierto en este primer paso, siguió el segundo, que fue en poner el citado plan en las manos de un arquitecto como D. Ventura Rodríguez, maestro mayor de Madrid, Director de la Real Academia de San Fernando, y uno de los que corrían con mayores créditos en su facultad. Éste célebre maestro supo combinar tan adecuadamente todas las circunstancias que se pedían, con la solidez, hermosura y comodidad del edificio, que no puede desearse más.
Entre varios parajes de estas villa, que se examinaron, para situar este edificio, fue preferido el de el Cristo de la Piedra, a la salida de la calle de Ravé, así porque las aguas no están muy distantes, pues pasa cerca el acueducto de la fuente del Cañuelo, como porque este sitio goza por su altura de mucha ventilación y despojo, que es lo más necesario para la salubridad de un edificio de esta naturaleza. El cuidado de esta obra se puso a cargo de D. Baltasar de Romero y Mansegosa, Corregidor que a la sazén era de esta villa, corriendo con ella y con la cobranza de los débitos de sernas, en calidad de Subdelegado, sujeto celoso, desinteresado y activo, quien valiéndose de D. Bernardo de Ayllón, en quien concurrían no menos circunstancias para que entendiese en el ajuste y recibo de los materiales y en el arreglo de las pagas de oficiales y obreros, se dio feliz principio al acopio de unos y fábrica de otros, lográndolos con la mayor equidad a beneficio de la villa, como consta en el expediente que se formó con este motivo. La construcción de esta obra se encomendó por el Real Consejo a D. Juan Sagarvinaga, maestro de la ciudad de Salamanca, adjudicándosela en la misma cantidad de maravedises en que la tenía valuada, tanto de maderas como de materiales, el arquitecto D. Ventura, que era de un millón ochocientos ochenta y seis mil reales de vellón, con arreglo a los valores a que entonces corrían con este país los jornales y materiales. Más como dicho constructor rehusase admitir de su cuenta la obra en la insinuada tasación, que juzgó muy baja, y el comisionado principal no quisiera modificarla nada de ella para entregársela, por parecerle muy justa y arreglada, tomó el medio para mayor justificación de su conducta de hacer venir de Valladolid al P. Fr. Juan de Ascondo, religioso benedictino, muy acreditado por las obras de entidad que había hecho, quien acompañado del maestro de esta villa, que había dado al arquitecto D. Ventura la noticia de los precios de manos y materiales, y otras personas inteligentes en la materia, procedieron a formar un cálculo muy exacto de toda la obra, y resultó un coste inferior de toda ella al que se había fijado primero, al cual, presentado en una junta a que este fin se hizo, compuesta de los comisionados jueces, de los maestros de una y otra parte, y de otras personas de autoridad, no tuvieron nada que responder.
Sin embargo de esto, seguíase en el desmonte del terreno y en abrir las zanjas para los cimientos, hasta que resolviendo el maestro no tomar de su cuenta la obra para la primera tasación, se obtuvo licencia del Consejo para continuarla de cuenta de la villa, que por todos caminos era lo más ventajoso. Adelantaba la obra con mucha lentitud, y además se cometieron algunos errores contra los intereses de la villa, de todo los cual se hizo cargo D. Ventura cuando vino segunda vez, e iba de paso a las montañas para idear la iglesia de Covadonga; y conferenciando sobre este asunto se acordó, para evitar inconvenientes y disensiones, que a su regreso a Madrid enviase un aparejador activo e inteligente que hiciese caminar la obra con más viveza, como así se ejecutó; y se hubiera adelantado mucho más, a no haber mudado de mano co la comisión, pues como cada uno se consideraba capaz de hacer más que sus antecesores, y aún de corregirles el plan que con felicidad habían formado y conducido, se trastornó todo el gobierno y método con que antes se procedía. Dióse crédito a informes fomentados por la envidia, sin reparar que más atendían a su negocio que al de la obra, de lo cual se siguieron grandes dispendios. Esto, junto con los crecidos salarios de comisionados, de maestros y gastos procesales, y también el coste de las adiciones que se juzgaron ventajosas para la obra, como son una hilera más de piedra en el zócalo de la pared, exterior; que las pilastras fuesen de piedra, y no de ladrillo; medio pie más de grueso a la pared exterior; el cerramiento de la galería alta; el cambio y modificación de escusados, y otras cosas que se variaron en los planos y condiciones; todo esto, y el tener también que componer las fuentes, las carnicerías, el Matadero, el pozo de la nieve y la Cárcel, agotaron de nuevo todos los caudales destinados para esta obra. En este estado fue menester recurrir a árbitros; ofreció la villa vender el monte de la Espeluca y el Montico, que nada la producían, y obtenida que fue la licencia Real, se vendieron estos dos terrazgos en una regular cantidad; la cual ss empleó también en la obra, y no obstante que por otro arreglo propuso el comisionado la suspensión del piso segundo, cuyo pensamiento aprobó el Consejo, no llegaron a alcanzar los caudales más que para dos terceras partes de obra, y llevándose ya invertidos dos millones de reales.
Viendo el Consejo la imposibilidad de que se concluyese esta grandiosa obra a expensas de Medina, y que por otra parte no convenía quedarse abandonada en el estado en que se hallaba dio facultad a esta villa para que, sobre sus Propios, tomase a censo un millón de reales, cuyos créditos habían de pagar a prórroga todos los pueblos de 15 leguas en contorno, mandando al mismo tiempo que los sobrantes de los Propios y rentas anuales de esta villa se fuesen depositando, para que luego que tuviese junta cantidad notable, se emplease en la redención de los censos hasta su extinción. Hiciéronse varias diligencias concernientes a la toma de censos; y se hallaba dinero, para al ver esta última condición los dueños, no quisieron darle, por no exponerse a que sus créditos capitales se fuesen redimiendo con cantidades cortas. Nada pudo lograrse, y la obra paró enteramente, con grandes pérdidas en lo construido y en los materiales acopiados.
En tal estado, viendo el Ayuntamiento que no tenía ya recursos para continuar la obra y los menoscabos que padecía lo que estaba ya hecho, y que no se lograba el fin principal que movió al empleo de sus caudales, tomando la ocasión de las ofertas que hacían a S. M. los demás pueblos del Reino para subvenir a los gastos inmensos que ocasionaba la guerra contra la Francia, acordó ofrecer a S. M. la obra hecha, con la mira de que la mandase acabar, par beneficio de sus tropas, juntamente con los enseres, que importaron, según la tasación del ingeniero que vino, de orden de S. M., entregarse de la obra, 171.777 reales, con la leña, madera y ramera de sus pinares, que fueron necesaria para la conclusión de ella.
No solamente no se contentó Medina con hacer a S. M. unas ofertas de tanta monta como éstas, sino que en dinero efectivo de los caudales de sus Propios, sirvió con 50.000 reales, que se pusieron en las arcas Reales de Valladolid, y con 1.000 fanegas de su Pósito. Además de esto, contribuyó con 100 voluntarios, de los cuales a cada uno gratificó con ocho pesos duros, con sombrero y escarapela verde, y dos reales diarios, hasta que fueron entregados en Madrid.
Este acuerdo de ofrecer el cuartel a S. M. para que se hiciese cargo de él, y continuase la obra, se hizo en dos ocasiones por los Ayuntamientos de Medina. La primera, en tiempo de Carlos III, en 28 de Febrero de 1784, siendo Corregidor D. Pedro Agustín de Mendieta, firmada por este señor y Concejales, ofreciendo al Monarca la propiedad y utensilios del cuartel, y la segunda, en tiempo de Carlos IV, haciéndole también las mismas y aún mejores ofertas, según que se comprueba por el documento o instancia siguiente:
Señor:
Vuestra muy noble y siempre leal villa de Medina del Campo: A.L.R.P. de V.M., por nuevo testimonio de su fidelidad y amor a V.R.P., expone: que habiendo empezado un magnífico cuartel a expensas de sus fondos públicos de Propios y otros arbitrios, bajo el plano de D. Ventura Rodríguez, que reguló en 1.800.000 reales, se gastaron estos y mayor cantidad, gasta dos millones, consumiendo las existencias y arbitrios mediatos, y el producto de otras fincas que se enajenaron, llegando a ponerle en estado de cubierta, como tres quintas partes, otras dos quintas hasta el primer terminado, y su todo, incompleto hasta ahora de las obras menores de lucidos, puertas y ventanas; en cuyo estado, noticiosa de que V. M. ha mandado examinar su aptitud y estad para alojamiento de tropas de Infantería, halla la oportuna y lisonjera ocasión de presentar a V. M. y ceder gratuita y perpetuamente dicha obra en el estado en que se halla, con los enseres y pertrechos que en ella y sus inmediaciones existen, de piedra labrada, mucho ladrillo y maderas curadas; pesaroso su efecto de que no esté concluida, para que igualmente se verificase su generosidad; al mismo tiempo que así lo manifiesta la estímula para este ofrecimiento al no haber tenido efecto los últimos arbitrios que se le concedieron de repartimiento en sobrante de Propios a los pueblos de dieciséis leguas, el haber de los suyos franqueado y llevado a la Tesorería de Valladolid cincuenta mil reales que tenía de sobrantes, y otros treinta y ocho mil del Pósito, pues aunque consignados los Propios para dicha obra por considerar urgencias del Estado, dejó de invertirlos en ella, y como los medios de empréstito serán difíciles en el presente tiempo, y en la retardación recibe detrimento la obra empezada y V. M., según os informes tomados, podrá variar el plan, arreglado a ls exigencias y arbitrando se gaste en la conclusión de este cuartel lo que hubiera de costar emprender otro nuevo, que acaso no tuviese las ventajas de la situación en país feraz, abundante de pan, vino, carnes y hortalizas, fuentes carrera y centro de Castilla, y por otra parte solar guerrero que ha contribuido a V. M. con ciento diez mozos voluntarios en los dos alistamientos, sin incluir los de otras villas del partido: prefiere Medina el obsequio de que V. M. lo reciba, a los intereses que podrían resultar a los propios en la asignación de utensilios, y queriendo sea gratuita y perpetua esta cesión, además ofrece la madera útil que se hallare en sus montes, para la continuación de la obra, como la rama y leña para hornos de ladrillo y teja u otros usos, si no fueren suficientes los materiales que existen, y únicamente para memoria y estímulo de la prosperidad; si fuera de agrado de V. M., se colocará debajo de las armas Reales un pequeño escudo de la divida de la villa.
“Suplica a V. M. se digne aceptar la cesión perpetua y gratuita del cuartel de Medina del Campo en el estado en que se halla con los pertrechos y materiales de dentro, y en sus circunferencia existen, destinados para la obra, y la madera útil y leña que existen en los montes de la villa para el mismo efecto: dignación que espera de la benignidad de V. M.
Dios guarde L.C.R.P. de V. M. muchos años, como la Monarquía necesita, y así se lo pide Medina del Campo en su Ayuntamiento de 11 de Maro de 1794. Sr. José del Rincón. Francisco de Sales Cantalapiedra. Pablo Flores. Por acuerdo del noble Ayuntamiento. Juan Antonio de Godoy.”
COPIA DE LA CONTESTACIÓN QUE HUBO DE S. M. POR MEDIO DEL DUQUE DE LA ALCUDIA, A LA ANTERIOR REPRESENTACIÓN O INSTANCIA.
Ha sido muy gata al Rey la oferta que VV. SS. Hacen en su representación de 11 del corriente de ceder perpetua y gratuitamente a S. M. el cuartel de esa villa, en el estado que se halla, con los pertrechos y materiales que dentro y en su circunferencia existen, destinados para la obra, y la madera útil y leña de los montes de esta villa para el mismo efecto; S. M. se ha dignado admitir esta oferta, y me ha mandado dar a VV. SS., como lo ejecuto en su Real nombre, las más expresivas gracias por esta prueba de fidelidad, y del celo que les anima por su Real servicio. Dios guarde a VV. SS., muchos años. Aranjuez, 27 de Marzo de 1794. El Duque de la Alcudia. SS. Justicia y Regimiento de Medina del Campo.
En este cuartel, después de haberse llevado a cabo obras de consideración, que continuaban según noticias en 1798, las cuales sino dieron por terminada la obra, le dejaron para ello, en excelentes condiciones, fue quemado por los franceses en 1809, cuando marchaban de retirada, y acababa de prestarles alojamiento.
En la actualidad tiene incluido de piso principal toda la fachada duque mira al Norte, con muy agradable aspecto y sería susceptible de ampliaciones en sus pisos y dependencias, y de poder alojar un importante contingente de tropas.
En su nueva reconstrucción intervino activamente, desplegando un incansable celo, D. Francisco López Flores, y hoy se aloja en él un escuadrón de Caballería de Borbón, y sería capaz, como he dicho, de alojar un número crecido de tropas, y las ofertas que para su reconstrucción total se han formulado por altas personalidades, llegasen a ser un hecho.
Como en su proyecto y primera construcción tomó parte activa el Marqués de la Ensenada, se le da generalmente el nombre de este insigne Ministro, del cual conserva recuerdos Medina.
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Muchas gracias Magda Gago Velasco.

LA MILICIA Y EL CUARTEL MARQUÉS DE LA ENSENADA
Gracias a los buenos oficios del Marqués de la Ensenada, el 1 de octubre de 1776 comienza a construirse un cuartel de caballería en los terrenos conocidos como "Cristo de la Piedra", en la entrada del camino de Madrid. Siete años después concluyen las obras del primero de los tres cuerpos, según escribe el académico Antonio Ponz en su conocido libro "Viaje de España"; en él se asegura que el acuartelamiento será "uno de los mejores del reino[…]. El director de la Academia de San Fernando, de Ventura Rodríguez, es quien dirige dicha obra y ha formado los dibujos, cuidando de la acertada ejecución D. Juan de Sagarvinaga, individuo de la misma Academia".
Sin que llegaran a concluir las obras, en los primeros días de 1809, una división del ejército napolitano ocupa el edificio castrense y el 27 de noviembre de ese mismo años lo incendia, quedando en pie tan sólo unos muros; los restos son saqueados y los materiales reutilizados en nuevas obras. Tras varios fallidos intentos de reconstrucción (sabemos que la existencia de tres proyectos de rehabilitación fechados en 1851, 1862 y 1868, desestimados por falta de recursos), Alfonso XII visita las ruinas del cuartel, en marzo de 1876, y apoya, incondicionalmente su reconstrucción; sin embargo, el respaldo definitivo no se consigue hasta octubre de 1894. En el año siguiente, se restaura el pabellón noroeste (fachada principal del edificio), donde se instala un escuadrón de Caballería de Borbón en 1899 y, más adelante, dos de Caballería de Albuela. En 1913 se termina otro de los pabellones y, por fin, cinco años después, el Estado acomete la total recuperación y la puesta en servicio definitivo, acabando las obras en 1920, año en que es ocupado por el 14 Regimiento pesado de Artillería. El 13 de junio de ese año tiene lugar el acto de entrega del estandarte, costeado por suscripción popular, al que acuden como invitados de honor los príncipes Don Carlos y Dª. Luisa de Borbón. Por entonces la estructura del cuartel sólo mantenía dos alturas en su fachada principal y la mitad de su ala derecha --dedicada ésta a cuadras en la planta baja y dormitorios de la tropa en la alta--; el ala izquierda tenía una sola altura dedicada a cocinas, talleres y enfermería. Tras la Guerra Civil, en 1940 se llevan a cabo nuevas obras de ampliación que incluyen campos de deporte, nuevos hangares y el cerramiento completo del edificio. Con la reordenación del ejército en los últimos años, el acuertelamiento se traslada en diciembre del año 2000.
En las fotografías que recogemos en este capítulo pueden verse varias vistas exteriores e interiores del recinto: su fachada principal en las primeras décadas del siglo XX, si patio de armas hacia la década de 1920, desfiles y maniobras también de aquellos años y dos imágenes de la larga serie de tarjetas postales dedicada al cuartel en los años cuarenta.
Muchas gracias Magda Gago Velasco
LA MILICIA Y EL CUARTEL MARQUES DE LA ENSENADA DE MEDINA DEL CAMPO Gracias a los buenos oficios del Marqués de la Ensenada, el 1 de octubre de 1776 comienza a construirse un cuartel de caballería en los terrenos conocidos como "Cristo de la Piedra", en la entrada del camino de Madrid. Siete años después concluyen las obras del primero de los tres cuerpos, según escribe el académico Antonio Ponz en su conocido libro "Viaje de España"; en él se asegura que el acuartelamiento será "uno de los mejores del reino[…]. El director de la Academia de San Fernando, de Ventura Rodríguez, es quien dirige dicha obra y ha formado los dibujos, cuidando de la acertada ejecución D. Juan de Sagarvinaga, individuo de la misma Academia".
Sin que llegaran a concluir las obras, en los primeros días de 1809, una división del ejército napolitano ocupa el edificio castrense y el 27 de noviembre de ese mismo años lo incendia, quedando en pie tan sólo unos muros; los restos son saqueados y los materiales reutilizados en nuevas obras. Tras varios fallidos intentos de reconstrucción (sabemos que la existencia de tres proyectos de rehabilitación fechados en 1851, 1862 y 1868, desestimados por falta de recursos), Alfonso XII visita las ruinas del cuartel, en marzo de 1876, y apoya, incondicionalmente su reconstrucción; sin embargo, el respaldo definitivo no se consigue hasta octubre de 1894. En el año siguiente, se restaura el pabellón noroeste (fachada principal del edificio), donde se instala un escuadrón de Caballería de Borbón en 1899 y, más adelante, dos de Caballería de Albuela. En 1913 se termina otro de los pabellones y, por fin, cinco años después, el Estado acomete la total recuperación y la puesta en servicio definitivo, acabando las obras en 1920, año en que es ocupado por el 14 Regimiento pesado de Artillería. El 13 de junio de ese año tiene lugar el acto de entrega del estandarte, costeado por suscripción popular, al que acuden como invitados de honor los príncipes Don Carlos y Dª. Luisa de Borbón. Por entonces la estructura del cuartel sólo mantenía dos alturas en su fachada principal y la mitad de su ala derecha --dedicada ésta a cuadras en la planta baja y dormitorios de la tropa en la alta--; el ala izquierda tenía una sola altura dedicada a cocinas, talleres y enfermería. Tras la Guerra Civil, en 1940 se llevan a cabo nuevas obras de ampliación que incluyen campos de deporte, nuevos hangares y el cerramiento completo del edificio. Con la reordenación del ejército en los últimos años, el acuertelamiento se traslada en diciembre del año 2000.
En las fotografías que recogemos en este capítulo pueden verse varias vistas exteriores e interiores del recinto: su fachada principal en las primeras décadas del siglo XX, si patio de armas hacia la década de 1920, desfiles y maniobras también de aquellos años y dos imágenes de la larga serie de tarjetas postales dedicada al cuartel en los años cuarenta,

http://www.delsolmedina.com/Cuartel%20Marques%20dela%20Ense…
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HISTORIA DE LOS EJÉRCITOS.CUARTEL DE MEDINA UNO DE LOS MÁS ANTIGUOS DE ESPAÑA
Durante el siglo XVIII se da la institucionalización del ejército en España. Ante la necesidad de crear una infraestructura al servicio de la milicia, se consideró la necesidad de establecer cuarteles para la tropa, que servirían para su control y que, además, les dotaría de vivienda. Este hecho es trascendente dado que la plantilla del ejército llega a alcanzar los cien mil hombres. La construcción y adaptación de edificios como cuarteles fue una alternativa para resolver el problema de la vivienda en las ciudades y pueblos de España del siglo XVIII.
La construcción de los cuarteles para el ejército español, particularmente a lo largo del siglo XVIII, permitió ayudar a resolver el problema que existía sobre la vivienda en la Península española y sus posesiones.
No podemos olvidar que un gran número de ciudades españolas aún estaba delimitada por las murallas y lo que se daba era un redensificación hacia el interior de la ciudad, más que una expansión, que permitiera ampliar el espacio urbano y, con ello, el número de las viviendas. Entonces, la construcción de nuevos cuarteles, o adaptación de antiguos edificios para ese fin, para dar vivienda a los miembros del ejército español, que en ese momento se institucionalizaba sirvió para evitar mayor problema a las ciudades. 
Para el siglo XVIII, los datos de que se tienen sobre la población de España son poco confiables. Pese a la realización de varios censos a lo largo del siglo, algunos especialistas consideran que la información que proporcionan es bastante dispar. Ante el hecho que el "vecindario de Campoflorido (1717), y los censos de Ensenada (1753), Aranda (1768), Floridablanca (1787) y Godoy (1797), no resuelven el problema.
Para finales del siglo XVIII, un porcentaje importante de esta población se concentraba en las grandes ciudades. Pocas capitales de provincias no superaban los 5,000 habitantes; siendo la provincia menos poblada : Lugo <5,000 , la más poblada: 190.000 y Valladolid estaba en en el puesto nº12 en número de habitantes: 23,284 .
La distribución de la población era muy desigual, y si alguna región destacaba particularmente era Andalucía y el Levante en contra del norte del reino. La concentración de la población se había fomentado por el crecimiento de algunas de las actividades económicas impulsadas desde el mismo Estado. Tomemos el ejemplo de Cartagena. La decisión de convertirla en capital del Departamento marítimo del Mediterráneo, más la construcción del arsenal, llevó a la creación de unos 5,500 a 7,000 de nuevos puestos de trabajo directo en apenas 20 años, 1730-1750, lo que supuso la brusca introducción de 15,000 personas sobre una población de 10,000 habitantes, muchos de ellos vinculados al cuerpo de marina. No obstante, no podemos olvidar que pese a este crecimiento de población en las áreas urbanas, el 60 por ciento de la población española de dedicaba a las labores del campo. 
El Ejército
Nuestro interés es mostrar que si realmente la construcción de cuarteles se llevó a cabo como aparece en multitud de proyectos, dio vivienda a un gran número de individuos que integraban al ejército español de la época. Para tener una idea clara de lo que señalamos, solo recordaremos aquí que en dos momentos del siglo XVIII desciende el número de efectivos del ejército. Primero, poco después de terminada la guerra de sucesión, Felipe V desaparece un buen número de regimientos de infantería y caballería; pero es bajo el reinado de Fernando VI que, según Terrón, se desmantela el ejército de tierra en beneficio de la marina. La reforma llevada a cabo por el marqués de la Ensenada dio lugar a la disminución de 130.000 hombres que formaban los efectivos en tiempos de Felipe V a 60.000. Sin embargo, con Carlos III, como consecuencia de los conflictos bélicos que enfrenta, de nuevo aumenta la planta de efectivos, hasta alcanzar los 115.000 hombres, mientras que con Carlos IV alcanzara los números de principios de siglo.
Al final de la guerra de sucesión existían 87 regimientos de infantería, que se redujeron, en 1715 a 37. Cada regimiento contaba con 13 compañías, integrada por un capitán, un teniente, un subteniente, dos sargentos, tres cabos, un tambor y 36 soldados. Es decir, descendió de 56,895 a 21,695 soldados y mandos medios, sin contar a los oficiales superiores. En 1749 se redujo el número de compañías por regimiento a 10, incluida la de granaderos. También se reducía a 53 individuos la compañía de fusileros y a 43 la de granaderos. A cambio, se crearon otros cuerpos de la Infantería, como los batallones de cazadores (1754); regimientos de tropas ligeras (1762), y Cuerpos de Voluntarios.
Por su parte, en 1704 los regimientos de caballería se componían de tres escuadrones de cuatro compañías. Cada una de estas constaba de capitán, teniente, corneta portaestandarte, mariscal de logis, dos brigadieres, tres carabineros trompeta y 25 jinetes. En 1714 existían 47 regimientos de caballería, reduciéndose a 19 en 1716, fin de la guerra. Es decir, los efectivos de la caballería descendieron de 19,176 a 8.208. Al igual que en caso de la infantería, en esta arma se dan cambios a lo largo del siglo, modificando la estructura de los regimientos y el número de jinetes que los componen. Igualmente se crean nuevos regimientos, como fue, en 1762, el caso del Regimiento de Voluntarios de España, que era compañía de caballería ligera, o los Dragones o arcabuceros a caballo, que en 1719 eran 11 regimientos de tres escuadrones de cuatro compañías; en 1749, 10 regimientos, y en 1765, 8 regimientos.
A todos ellos habría que añadir las milicias provinciales (llegaron a existir hasta 48 regimientos provinciales, con un solo batallón de 8 compañías, de 64 soldados fusileros), Batallones de inválidos (cuatro batallones de seis compañías con 97 soldados); o las Tropas de la Casa Real: Real Cuerpo de Alabarderos, Reales Guardias de Corps, Brigada de Carabineros Reales, Reales Guardias de Infantería y otras más.
Finalmente, estaba el cuerpo de artillería formado por un sólo Regimiento, compuesto a su vez de tres batallones de 12 compañías: tres de artilleros, una de minadores y ocho de fusileros. Cada compañía de artilleros se componía de un capitán, dos tenientes, dos subtenientes, cuatro sargentos, cuatro primeros cabos, diez obreros, diez bombarderos, 72 artilleros y 1 tambor, para un total parcial de 106 hombres, y un total de 318. Los minadores eran un capitán, un teniente, dos sargentos, tres cabos y 37 minadores, y un tambor, para un total de 35 hombres; mientras que la compañía de fusileros eran 55 hombres: un capitán, un teniente, un subteniente, dos sargentos, dos cabos, dos carabineros 45 fusileros y un tambor, que daban un total de 440 hombres.
En 1762 se divide la península en 5 territorios. A cada uno de ellos se asigna un batallón de 7 compañías de 100 hombres, para un total de 3500 hombres.
En todo caso, para 1782, Terrón nos muestra un "Estado General del Ejército y la Marina" de 146.783 efectivos:
El Cuartel
Desde principios de siglo, se consideró la conveniencia de construir cuarteles para las armas del ejército, con el fin de no afectar ya más a los ayuntamientos. Así, por ejemplo, hacia la segunda década del siglo XVIII, el gobernador militar de Gerona, el barón D’Huart, dirigía una carta al conde de Montemar, corregidor de Barcelona, "en el que recogía el deseo del rey que se construyesen cuarteles para aligerar a la población del alojamiento de los soldados" . De hecho, en 1718 se expide un Reglamento para establecer cuarteles, elaborado por el ministro de Guerra, Miguel Fernández Durán, de aplicación en toda la Península, islas y presidios de Africa, y que consideraba tanto los cuarteles de nueva planta como la adaptación de edificios para tal fin. Y, sin embargo, pese a que se quería liberar a los pueblos y sus habitantes de los gastos que implicaba recibir a soldados, dicho reglamento hacía recaer los gastos de construcción de los cuarteles en los habitantes de los mismos pueblos y ciudades donde se construirían. En todo caso, no sería sino hasta mediados de siglo cuando se concluyeron los primeros cuarteles:
En tiempos de paz, los regimientos estaban acantonados, o en alguna ciudad con plaza fuerte o en las "casernas", una especie de cuartel situado en los pueblos, y cuyos gastos de conservación estaban a cargo de los ayuntamientos. Sin embargo, eran pocos los regimientos que tenían una residencia estable, como era el caso de los regimientos fijos, pues la mayor parte rotaban su destino regularmente. A esta fatigosa marcha se le conocía como la "muda", e implicaba un viaje para las unidades por la geografía de España. Cada regimiento tenía una ruta marcada, en donde se especificaba el número de días de marcha, las leguas entre cada pueblo, los lugares de descanso. En los pueblos que se determinaban como lugares de descanso, los vecinos debían recibir en sus casas a los soldados, llegando los oficiales con los principales, y el resto de las casas se sorteaban a la tropa, y podían recibir desde tres y hasta cinco soldados. Se les otorgaba una cama para dos soldados, una mesa, sal y vinagre (para relajar los pies de la caminata) y asiento a la lumbre. Los propietarios podían rechazar el alojamiento, en cuyo caso debían pagar 1 real y 17 maravedíes por un soldado de infantería o dos reales por uno de caballería y su montura. 
Sólo me resta señalar que, de acuerdo con Cortada, en la primera mitad del siglo XVIII, el 26.75 por ciento del total de tropas estaba acuartelada en Cataluña, seguida por Andalucía con el 5.95 por ciento y Castilla con el 3 por ciento. Por ello no es de extrañar que sea en Cataluña donde se construyó el mayor número de cuarteles de la Península durante este periodo.
Una superficial revisión de la información contenida en el libro sobre la obra de los ingenieros militares en España de H. Capel et al., nos muestra un número sorprendente de proyectos de cuarteles, muchos de los cuales se llegaron a concretar, para las diferentes armas del ejército en la Península y algunos de las posesiones de ultramar. Desgraciadamente, no siempre se señala la capacidad del mismo ni el arma al que se dedicará. 
Se crearon 26 cuarteles de infantería y 29 de caballería ( El acuartelamiento de Medina del Campo fue uno de eso cuarteles que además llevaría el nombre del Ilurstado y amante de Medina del Campo donde falleció : Marqués de Ensenada y tendría un regimiento en 1798; sólo hubo en Caballería otro cuartel que tuviera un regimiento y era el Cuartel de Heras del Campo del Toro; el resto de cuarteles de cuarteles de caballería o los 2 regimientos del acuartelamiento de Algeciras ; el resto de cuarteles de caballería contaba sólo con un número determinado de soldados ya que eran acuartelamientos muy pequeños a excepción de los escuadrones de caballería de: Algeciras que junto a los dos regimientos contaba con 3 escuadrones, el de Atarazanas (Barcelona), el de Burgos, Córdoba, Reus, y el de Vilanova i la Geltrú . Además, se proyectaron, hacia 1740, 19 cuarteles de caballería en la frontera con Portugal, en Huelva y costa del mar del Condado de Niebla, para las 12 compañías del Regimiento de Cuantiosos. Los cuarteles se establecerían en: Ayamonte, Castillejos, Puebla de Guzmán, Cerro de Andévalo, Trigueros, Huelva, Cartaya, Redondela, Villa Blanca, San Silvestre de Guzmán, Paynogo, Santa Bárbara de Casa, Aroche, Encinasola, Almonaster la Real, Lepe, Sanlúcar de Guadiana, Cortegana y Moguer. 
La edificación y construcción de cuarteles en algunos casos no fue necesaria. Hay información que demuestra que se adaptaron edificios ya existentes para recibir a la tropa. Eran edificios dedicados a asuntos muy diversos, predominando los religiosos. Entre los edificios que fueron adaptados para cuarteles por los ingenieros militares se cuentan:
Antigua fábrica de tabacos, Sevilla Armería vieja, Pamplona Atarazanas, Barcelona Claustro de la catedral, Lérida Lonja de la Seda, Valencia Hospital de San Juan de Dios, Pamplona Universidad de Barcelona Lonja de Barcelona Convento de los Agustinos, Gerona Casa del canónigo de Calahorra, Pancorbo
La vida en los cuarteles, en cualquier caso, no era sencilla ni fácil. Existían claras diferencias entre las condiciones de vida de los soldados y los oficiales, y aun entre los propios soldados. Así, por ejemplo, a los cadetes o soldados distinguidos o de primera, "no se les permitía familiaridad con la tropa y solo debía tener tratos con los oficiales, aunque debía obediencia a los cabos y sargentos. Con estos últimos compartía rancho aparte... tanto unos como otros, dormían en habitación separada o pernoctaban fuera del cuartel en casa de su familia, en caso de que ésta residiera en la misma localidad.
Pero en el caso de habitar en el cuartel, las condiciones eran realmente difíciles. En el último tercio del siglo, solo existía una cama para cada dos soldados, que se turnaban para su uso; además, en el dormitorio, por cada 20 soldados, había una mesa, dos bancos, un baúl, una jofaina y una lámpara de aceite. Hasta 1766, se le daba una única comida al día la tropa; cosa que cambió más tarde y se incrementó el prest de la tropa, lo que permitió darle dos comidas diarias, aunque su alimento principal era el pan:
Minuta 1:
Tocino 60 gr Arroz 120 gr Pan 700 gr
Minuta 2:
Menestra 60 gr Despojos 120 gr Pan 700 gr
La vida al interior de los cuarteles era bastante monótona. Dado que los soldados estaban casi siempre en servicio, debido a la falta de efectivos, tenía poco momentos de ocio. Sus momentos de descanso correspondían "a las horas que mediaban entre la lista de la tarde y la retreta. Durante ellas y después del rosario, cuyo rezo era obligatorio en los cuarteles, el soldado podía pasear fuera del cuartel. Era relativamente común que los soldados ejercieran en esos momentos algún oficio artesanal, para ganarse unas monedas que complementaras sus exiguos ingresos.
A manera de conclusión
Dije al inicio de este tema en cierta manera contribuye al estudio de la vivienda en la España del siglo XVIII, al considerar el papel que desempeñaron los cuarteles para dotar de vivienda a los diferentes cuerpos del ejército español. Si tomamos como válidos los datos que aquí se presentan, y suponemos que al menos dos terceras partes de los individuos que constituían el pie del ejército vivían en los cuarteles, estamos considerando que a fines de dicho siglo, la Corona dotaba de vivienda a, por lo menos, cien mil hombres, lo que era equivalente a la población de la segunda ciudad más importante de España en ese momento y que no era otra que Valencia con 100,657 habitantes.
El cuartel del silencio - Olvidado & Abandonado.
Ubicado en la localidad de Medina del Campo, el cuartel fue construido en 1776 como cuartel de Caballería, en terrenos cedidos y sufragada su construcción por el ayuntamiento a condición del mantenimiento permanente de una guarnición militar.
Durante la Guerra de la Independencia los franceses lo ocuparon y finalmente en 1809 lo incendiaron manteniéndose únicamente en pié la fachada.
En 1895 se reconstruye la parte noreste y fachada principal instalándose tres escuadrones de Caballería (dos de la Albuela y uno de Borbón).
En 1920 finaliza la reconstrucción del resto del acuartelamiento destinado a él, el Regimiento Pesado de Artillería nº14 siéndole entregada su bandera el 13 de junio de ese año, sufragada por los vecinos y en acto castrense presidido Don Carlos y Doña Luisa de Borbón.
Finalizada la Guerra Civil en 1940 se realiza el cerramiento completo del cuartel, la construcción de hangares, el campo deportivo, etc.
Por la reorganización del Ejército en 1965 y con la creación de la Brigadas de Defensa del Territorio una por cada una de las 9 Regiones Militares, el RACA 47 quedó integrado en la BRIDOT 7.
La BRIDOT 7 estuvo conformada por las siguientes Unidades:
Cuartel general. Gijón (Asturias). 
- Regimiento de Infantería del Príncipe número 3. Oviedo. Asturias. 
-Regimiento de Infantería San Quintín número 32. Valladolid. 
-PLMR. del Regimiento de Infantería La Victoria número 28. Salamanca. 
-Compañía de Operaciones Especiales número 71. Oviedo (Asturias). Adscrita al Regimiento del Principe número 3- 
-Compañía de Operaciones Especiales número 72. Gijón (Asturias). 
-Grupo Ligero de Caballería VII. Gijón (Asturias). 
-Regimiento de Artillería de Campaña numero 47. Medina del Campo (Valladolid). 
-Batallón Mixto de Ingenieros VII. Gijón (Asturias). 
-Agrupación mixta de Encuadramiento número 7 Gijón (Asturias).
En diciembre de 2000 finalizó su utilidad militar manteniéndose durante una década en estado de abandono, siendo en 2010 en que el ayuntamiento tomó la decisión de derribar el acuartelamiento para la construcción de 570 viviendas de protección oficial y un aparcamiento.
Muy buena noticia por nuestro compañero Cesar Morales González muchas gracias por esta valiosa información pues gente como tu es la que realmente necesitamos, debemos de tomar un buen ejemplo como bien nos muestra nuestro compañero en este vídeo.
Dice así :
DENUNCIA
Cuartel desaparecido de las COE en Tenerife;
el estado de ese cuartel es peor que el de Medina pero muchos de los antiguos militares siguen realizando encuentros dentro del Cuartel. ¿PORQUÉ LOS DE MEDINA IBAMOS A SER MENOS? y hasta hacen limpieza. QUE LA MANO DEL HOMBRE NO DEJE EN EL OLVIDO Y EL ABANDONO AL CUARTEL MARQUÉS DE ENSENADA ...El abandono de las COE es descomunal si no fuera por los militares que pasaron por dicho cuartel y por sus esposas ... donde cada cierto tiempo realizan quedadas dentro del mismo a pesar de los ventanales rotos, escombros, suciedad, etc ...
https://www.youtube.com/watch?v=fmF3jWledhs
¡Conoce su historia! Cuartel Marques de la Ensenada - Medina del Campo.
A principios del siglo XXI cierra sus puertas este gigantesco complejo castrense que acogió, durante más de doscientos años, a militares de caballería y artillería. La construcción comenzó en el año 1776, siguiendo las trazas de Ventura Rodríguez. El cuartel fue construido a costa del municipio y sobre terrenos donados por éste. La condición de cesión a S.M. Carlos III era el mantenimiento de una guarnición permanente en el mismo. Durante la dominación francesa, las tropas napoleónicas ocuparon el cuartel y lo incendiaron. De los edificios solo se mantuvieron en pie algunas paredes, así como la fachada principal. En 1876, Alfonso XII visita las ruinas y manda reconstruirlo, lo que no se hace hasta principios del S XX por iniciativa municipal y con fondos del Ayuntamiento y suscripción pública en la localidad, aunque los trabajos no terminarán hasta 1920. El aspecto final del complejo militar después de aquellas obras es prácticamente el mismo que hoy puede verse. En la actualidad se está tratando de efectuar una especulación urbanística con el mismo, con la intervención del Ministerio de Defensa,olvidándose por parte de los políticos locales que, de acuerdo con las condiciones de cesión "al Rey", el cuartel debería retornar a propiedad del municipio al incumplirse las condiciones de dicha cesión.
https://www.youtube.com/watch?v=K8h0C7vOqWw
http://www.masmedina.com/?p=963
https://ppmedinadelcampo.wordpress.com/…/el-ayuntamiento-d…/
http://www.delsolmedina.com/Cuartel%20Marques%20dela%20Ense
http://www.lavozdemedinadigital.com/…/medina-del-campo-def…/
http://www.elmundo.es/…/20…/10/17/valladolid/1318841031.html
https://www.youtube.com/watch?v=3Dm_YKhhsRU
http://medinafilmfestival.com/pelicul…/medina-del-campo-1941

http://www.delsolmedina.com/…/HistoriadeMedinaGerardo/Monum…
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UN PASEO O POR EL ACUARTELAMIENTO MARQUÉS DE LA ENSENADA ( MEDINA DEL CAMPO - VALLADOLID )
A principios del siglo XXI cierra sus puertas este gigantesco complejo castrense que acogió, durante más de doscientos años, a militares de caballería y artillería.
La construcción comenzó en el año 1776, siguiendo las trazas de Ventura Rodríguez. Durante la dominación francesa, las tropas napoleónicas ocuparon el cuartel y lo incendiaron. De los edificios sólo se mantuvieron en pie algunas paredes.
En 1876, Alfonso XII visita las ruinas y manda reconstruirlo, aunque los trabajos no terminarán hasta 1920. El aspecto final del complejo militar después de aquellas obras es prácticamente el mismo que hoy puede verse.
César Morales González
https://www.youtube.com/watch?v=R0y4Mt5Y5Rs
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Os dejamos con estos vídeos gentileza de la administración son la mayoria elaborados por nosotros esperamos sean de vuestro agrado.
Un cordial saludo de la administración
¡Muchas gracias a todos! por vuestro apoyo!

Muchas gracias José Nistal

https://www.youtube.com/watch?v=j8McPy_mUyk

https://www.youtube.com/watch?v=bvtHz8uMUeo

Los pueblos, Castilla a ras del suelo - Medina del Campo
https://www.youtube.com/watch?v=CfjsrCXL9UI
Piedras olvidadas
https://www.youtube.com/watch?v=B3s20U7KZmI
Villa histórica, monumental, escultórica y paisajística "Villa de las Ferias" ( MEDINA DEL CAMPO )
https://www.youtube.com/watch?v=8nfksK-SJNE
Ganaderia en la villa de las ferias
http://www.rtve.es/…/agro…/agr-ecr-medina-del-campo/3487461/
PELÍCULA MILITAR DE UN FERRALERO 
https://www.youtube.com/watch?v=VcEW47JXy6s
"FERRALEROS".Feliz Navidad !!. 
https://www.youtube.com/watch?v=-xCd6PBZyo4
Paco Bellver & Jose Antonio Prades 
https://www.youtube.com/watch?v=q2aLntu-YQE
Aquella bala 
https://www.youtube.com/watch?v=SVfdD5w5tno
EN UN CUARTEL DEL "FERRAL" DE CUYO NOMBRE....?. 
https://www.youtube.com/watch?v=MDUVgOJcyqs
Pídele...Al tiempo que vuelva. 
https://www.youtube.com/watch?v=eCwg8mMCDs4
"Un trocito de mi vida" R.A.C.A 47 Medina del Campo (Valladolid) 
https://www.youtube.com/watch?v=3rVcbB9fi5w
Carlos Esteban Otero 
https://www.youtube.com/watch?v=DEHNjT5POIo
¡Felicidades artilleros!Viva Sta.Bárbara 2015 !!R.A.C.A Medina del Campo
https://www.youtube.com/watch?v=hUngIThrGDw
"AMIGOS DEL FERRAL"&"MEDINA DEL CAMPO" ¡FELIZ NAVIDAD! 
https://www.youtube.com/watch?v=NNiYcGiLVBY
¡Algo tuyo!..Vive en mi !!! Medina del Campo 
https://www.youtube.com/watch?v=qNq-jvzjmzI
Luis Antonio & Ángel ¡DOS ARTILLEROS DE BILBAO! R.A.C.A 47 Medina del Campo 
https://www.youtube.com/watch?v=TJQrWQvOZLM
Quedada Medina del Campo 25-7-2015 
https://www.youtube.com/watch?v=O4SI7KJIkzI
Quedada Medina del Campo parte 2º 26 - 7 - 2015 
https://www.youtube.com/watch?v=iaxuHcnGW3c
Quedada Medina del Campo parte 3º 26 - 7 - 2015 
https://www.youtube.com/watch?v=lA8Ab6YIyJM
Quedada Medina del Campo parte 4º 26 - 7 - 2015 
https://www.youtube.com/watch?v=bMaPWPbp6tA
Quedada Medina del Campo parte 5º 26 - 7 - 2015
https://www.youtube.com/watch?v=QGJdrR-zkz8
Quedada Medina del Campo Parte 6º 25-7-2015 
https://www.youtube.com/watch?v=xfVz8Gfkzos
Quedada Medina del Campo 7º 25-7-2015 
https://www.youtube.com/watch?v=V2yKK1d5JOI
Quedada Medina del Campo parte 8º 26 - 7 - 2015 
https://www.youtube.com/watch?v=4DLCl_nvBz4
Quedada Medina del Campo parte 9º 25 - 7 - 2015 
https://www.youtube.com/watch?v=d-QZ_4Mjgx4
Quedada Medina del Campo parte 10º 26 - 7 - 2015 
https://www.youtube.com/watch?v=15FQIRxxFZU
Quedada Medina del Campo parte 11º 26 - 7 - 2015 
https://www.youtube.com/watch?v=-8IfgF_KAhM
Quedada Medina del Campo parte 12º 26 - 7 - 2015 
https://www.youtube.com/watch?v=GLhxNmHVxYg
Quedada Medina del Campo parte 13º 25-7-2015 
https://www.youtube.com/watch?v=Pv7t4iuhUXI
Quedada Medina del Campo parte 14 25-7-2015 
https://www.youtube.com/watch?v=u4jXfpqweMQ
Quedada Medina del Campo parte 14º 25-7-2015 
https://www.youtube.com/watch?v=ay4_65qT56E
Quedada Medina del Campo parte 15º 25-7-2015 
https://www.youtube.com/watch?v=OCNhGsNkzAo
Un breve paseo por la historia del cuartel "Marques de la Ensenada". 
Por : Agustin Marquez - Madrid.
https://www.youtube.com/watch?v=oD7jwyfbV10
Por: Pedro Antonio Cimarra - Medina del Campo.
https://vimeo.com/148473326
"Vuelven los artilleros"
https://www.youtube.com/watch?v=sp-d6iIUBgA
Parte1/3 recuerdos del ayer https://www.youtube.com/watch?v=zK9Yp_FJz78
Parte 2/3 "Artilleros de Medina"https://www.youtube.com/watch?v=WLE9_QLSk3k
"Una villa cargada de historia" Parte 3/3 https://www.youtube.com/watch?v=vjeWYCwxzNY

https://www.youtube.com/watch?v=vAZQOCLfnZM&t=1048s
"Artilleros de Medina del Campo"(2016)

https://www.youtube.com/watch?v=UAKoiEHSAis

Jura de bandera del reemplazo 5º del 91. 25 de octubre de 1991 Medina del Campo - Valladolid.Muchas gracia Miguel Zurdo Contreras.

 https://www.youtube.com/watch?v=UAKoiEHSAis

https://www.youtube.com/watch?v=8ehgqSvnXR0&feature=youtu.be&app=desktop

https://www.youtube.com/embed/8ehgqSvnXR0

 https://www.youtube.com/watch?v=U0sVU4vmCZE

1 Artilleros
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