Este era un centro dedicado a la atención de mandos y tropa, estaba atendido por militares de carrera, médicos militares, damas de sanidad militar y soldados de reemplazo tanto diplomados en enfermería como licenciados. Era entrañable el trato que se tenía entre nosotros, los mandos y los pacientes que muchos eran altos mandos. El ambiente era familiar, tolerante y muy profesional.

Construido en 1626 con el nombre de Hospital del Rey su misión era la asistencia médica de unidades militares, con los años requirió ser ampliado construyéndose durante el siglo XIX un hospital anexo y su conjunto llamado Hospital Militar del Buen Suceso.
En 1866 y bajo la dirección del ingeniero Joaquin Montenegro es derribado y construido uno nuevo con capacidad para 300 enfermos cuya actividad se mantuvo hasta 1946 en que un incendio lo asoló de tal manera que tan solo se mantuvo la estructura, precisando ser reconstruido internamente en su totalidad
En 1995 finalizó su uso militar siendo reformado e incorporado como hospital público con el nombre de Hospital Ezequiel Abente y Lago en recuerdo de este médico militar nacido en Corcubión y fallecido en 1923.